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La clave de la crítica estuvo en que la ciencia es el fundamento del poder de los expertos.
El grupo Survivre[2] enunció, pocos años después, en 1971, los mitos subyacentes a la ideología cientificista. Con un titular muy significativo, "la nueva iglesia universal”, denunciaba la utilización ideológica, casi religiosa, que se hace de los logros de la ciencia con objeto de justificar nuevas formas de explotación. Aunque el texto es posterior al mayor del 68, en los días de las movilizaciones estas ideas eran ya patentes.
FEENBERG[3] ha recogido algunos fragmentos extraídos de los panfletos estudiantiles que se escribieron durante los días de las revueltas del 68. Estos fragmentos dan testimonio del discurso antitécnocrático, enfocado sobre todo contra la burocracia, que se hizo entonces.
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“Socialism and the anti technocratic struggle in the french may events of 1968: an essay in retraival”.
Conference on 1968: events and legacies, Berkeley, dec 4-6, 1998.
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“Socialism and the anti technocratic struggle in the french may events of 1968: an essay in retraival”.
Conference on 1968: events and legacies, Berkeley, dec 4-6, 1998.
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En uno de los panfletos que funcionaron como una especie de manifiesto del movimiento podía leerse:
“Trabajadores…no confundáis la división técnica del trabajo con la jerarquía de la autoridad y del poder”. “Nosotros [los estudiantes] renunciamos a ser académicos separados de la realidad social. Renunciamos a ser utilizados en beneficio de la clase dirigente. Queremos suprimir la separación entre los que ejecutan, los que reflexionan y los que organizan, para construir una sociedad sin clases”.
Lo que FEENBERG destaca especialmente es que la protesta no se limitó a los estudiantes, sino que se extendió entre los funcionarios y entre los sindicatos, y resultó en una propuesta alternativa a la organización jerarquizada de la producción: la auto-gestión.
FEENBERG argumenta, llegados a este punto, que es injusto el reproche que se le hace de forma generalizada al movimiento de mayo del 68, fundamentado en que tenía una concepción un tanto ingenua sobre las consecuencias de la autogestión.
Los discursos que se hicieron entonces a través de la distribución de panfletos, o en las fábricas, tenían, de acuerdo con FEENBERG, suficiente contenido, con propuestas concretas. Concluye finalmente, al hacer un balance del mayo francés, que, en ese tiempo, puede decirse que las condiciones para la llamada postmodernidad, que postula la crítica generalizada a la racionalidad en general, y a la racionalidad tecnológica en particular, estaban ya dadas.
Los discursos que se hicieron entonces a través de la distribución de panfletos, o en las fábricas, tenían, de acuerdo con FEENBERG, suficiente contenido, con propuestas concretas. Concluye finalmente, al hacer un balance del mayo francés, que, en ese tiempo, puede decirse que las condiciones para la llamada postmodernidad, que postula la crítica generalizada a la racionalidad en general, y a la racionalidad tecnológica en particular, estaban ya dadas.
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