El biólogo evolutivo de Oxford, Richard Dawkins, concluye en "The God Delusion" que "la religión no es más que un accidente evolutivo inútil y, a veces, peligroso: el comportamiento religioso puede ser un fracaso, un subproducto desafortunado de una propensión psicológica subyacente que en otras circunstancias es, o alguna vez fue, útil".
A Dawkins se le suele asociar con otros dos autores: Sam Harris: "The End of Faith", y Daniel Dennett, un filósofo de la Universidad de Tufts: "Breaking the Spell".
Los tres difieren en sus estilos personales pero coinciden en estar involucrados en una batalla contra la religión. Coinciden también en presentar aproximaciones científicas para explicar la religión.
Los tres difieren en sus estilos personales pero coinciden en estar involucrados en una batalla contra la religión. Coinciden también en presentar aproximaciones científicas para explicar la religión.
Este ataque científico a la religión rompe en realidad una especie de acuerdo de no agresión entre ciencia y religión que se había prolongado durante casi todo el siglo XX, hasta la década de los noventa.
En realidad, la munición estaba acopiada desde la segunda mitad del siglo XIX, a partir del desarrollo de la teoría de la evolución.
Actualmente, ya en el siglo XXI, la discusión sobre el hecho religioso. centrada en el problema de la creencia en Dios, más que sobre Dios mismo (que es un cuestión netamente filosófica o teológica) se enfoca, no tanto desde el evolucionismo como desde un subconjunto de éste: el evolucionismo cognitivo.
El concepto básico del evolucionismo es la adaptación al medio. Ahora bien, no todo lo que existe es adaptativo, hay subproductos. Análogamente a como en un edificio no todo es estructuralmente funcional, como por ejemplo el hueco de una escalera.
El biólogo Gould utiliza esta analogía para decir que en el cerebro humano puede haber algún subproducto a partir del cual haya surgido la creencia religiosa.
El biólogo Gould utiliza esta analogía para decir que en el cerebro humano puede haber algún subproducto a partir del cual haya surgido la creencia religiosa.
"La selección natural hizo que el cerebro humano fuera grande, pero la mayoría de nuestras propiedades y potenciales mentales pueden ser fantasmas, es decir, consecuencias colaterales no adaptativas de la construcción de un dispositivo con tal complejidad estructural" (S.J.Gould).
La pregunta que surge entonces es de qué producto es un subproducto la creencia religiosa. O más concretamente: ¿de qué modulo cerebral es un subproducto?
Un autor que esta trabajando actualmente sobre estos temas es Scott Atran.
La posibilidad de que Dios pudiera ser un subproducto ofreció a Atran una nueva forma de entender la evolución de la religión. Pero ¿un subproducto de qué, exactamente?
De acuerdo con Atran, las adversidades de la vida humana temprana favorecieron la evolución de ciertas herramientas cognitivas, entre ellas la capacidad de inferir la presencia de organismos que podrían causar daño, generar narrativas causales para eventos naturales y reconocer que otras personas tienen sus propias mentes con sus propias ideas. propias creencias, deseos e intenciones. Los psicólogos llaman a estas herramientas, respectivamente, detección de agentes, razonamiento causal y teoría de la mente.
La detección de agentes evolucionó porque asumir la presencia de un agente es más adaptativo que asumir su ausencia. Si eres un hombre de las cavernas en la sabana, es mejor que supongas que el movimiento que detectas con el rabillo del ojo es un agente y algo de lo que huir, incluso si estás equivocado. Si resulta que ha sido solo el susurro de las hojas, todavía estás vivo; si lo que tomaste por hojas susurrando y era en realidad una hiena a punto de saltar, estás muerto.
Esto significa que nuestros cerebros están preparados para suponer la presencia de agentes incluso cuando tal presencia confunde la lógica. “Los conceptos más centrales en las religiones están relacionados con los agentes”, dice Justin Barret, agentes sobrenaturales.
Un segundo módulo mental que nos prepara para la religión es el razonamiento causal. El cerebro humano ha desarrollado la capacidad de imponer una narrativa, completa con cronología y lógica de causa y efecto, sobre cualquier cosa que encuentre. Los dioses, en virtud de sus extrañas propiedades físicas y sus misteriosos superpoderes, son buenos candidatos para las causas de muchos de estos eventos inusuales”. Los antiguos griegos creían que el trueno era el sonido del rayo de Zeus. De manera similar, una mujer contemporánea cuyo tratamiento contra el cáncer funciona a pesar de las probabilidades de 10 a 1 podría buscar una historia para explicar su supervivencia. Encaja mejor con su herramienta de razonamiento causal para que su recuperación sea un milagro,
Dice Atran:
"La evolución siempre produce algo que funciona para lo que funciona, y luego no hay control para lo que sea que se use"
"La evolución siempre produce algo que funciona para lo que funciona, y luego no hay control para lo que sea que se use"
(Y ese para lo que sea que se use es lo que puede confundirnos y hacernos buscar ahí la razón por la que la evolución lo ha producido).
(Aquí no estaríamos tanto en un subproducto evolutivo como en un producto utilizado para otra cosa. Si entendemos bien a Atran, y siguiendo con el ejemplo de la escalera, no hablaríamos de utilizar el hueco de la escalera para poner un armario, sino de la escalera misma utilizada por ejemplo para sentarse. Si en una casa la escalera se utiliza mucho para sentarse en ella, alguien podría pesar que se construyó precisamente para eso).
Según algunos adaptacionistas, esto es parte del papel de la religión, ayudar a los humanos a lidiar con la certeza sombría de la muerte. Dicen que creer en Dios y en el más allá es cómo damos sentido a la brevedad de nuestro tiempo en la tierra, cómo le damos sentido a esta brutal y corta existencia. La religión puede ofrecer consuelo.
Pero sea o no adaptativa, la creencia en el más allá gana poder de dos maneras: por la intensidad con que las personas desean que sea verdad y por la confirmación que parece obtener del mundo real. La segunda cuestión es sin duda la más importante.
Darwin’s God
Atran visto por el New York Times Magazine
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Dándole la vuelta al asunto:
La evolución no explica ni deja de explicar la religión. Simplemente ha sido creado un mundo evolucionario. Dios explica la evolución y no al revés.