martes, 21 de febrero de 2023

QUÉ ES LA DIADA INDEFINIDA. LOS PITAGÓRICOS E INDICIOS EN LA OBRA ESCRITA DE PLATÓN.

Para poder entrar en el pensamiento pitagórico antiguo, debemos olvidar por completo nuestra concepción de los números árabes, e incluso de los números romanos. 

Un número, para los pitagóricos es una configuración, un arreglo de piedrecillas. A partir de ahí surgen nociones como la de limitado/ilimitado, unidad y dualidad, o incluso la identificación de la justicia con un número. ¿Cómo es esto posible y que consecuencias tuvo?


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Si a partir de la mónada o unidad que aparece en el vértice del triángulo se tiende una línea hasta la base del mismo, se puede ver, fácilmente, que pasará sin tocar otras mónadas en los números pares, pero intersecará un factor o piedrecilla en el caso de los impares. En efecto, la línea corta, sin problemas, los arreglos de unidades correspondientes al 2 y 4 , pero chocará con un guijarro en el caso del 3 y el  5  Se tiene, en consecuencia, la presencia de lo ilimitado y lo limitado, que corresponde claramente, según esta forma de ver las cosas, con lo par e impar.

Al principio de la unidad, del ser idéntico e igual... lo llamaron Uno ... En cambio, al principio de la diversidad y de la desigualdad, de todo lo que es divisible y mudable y se halla, ora en un estado, ora en otro, lo llamaron dualidad. 

Números son pues ciertos arreglos aritmético-geométricos que asumiendo como punto de partida la unidad o mónada, y la díada o dualidad, se inician en el número tres, resultante de la conjugación de la unidad y la dualidad.

Dicen también los pitagóricos que existe el vacío, y que es así introducido en el cielo por una respiración del pneuma infinito, y que así el vacío permite distinguir las naturalezas de los cuerpos, por ser el vacío una separación y distinción de las cosas colocadas unas después de las otras, y afirman que esto sucede antes que nada en los números ya que el vacío diferencia la naturaleza de ellos. 

(Ninguna geometría nos aparece sin el vacío, sin el entre entre mónadas. Sólo un continuo en el que no hay distinción posible entre lo uno y lo otro. A esta visión se le opondrá radicalmente Parménides). 

El Uno y la Diada están ya pues en el pensamiento pitagórico, como principios constituyentes, que pueden ser repensados y reutilizados por Platón.

El Uno como lo que es idéntico a si mismo. La diada como lo diverso, lo múltiple, lo otro. Lo Mismo y lo Otro son dos de los cinco géneros principales que Platón propone en el Sofista: ser, mismo, otro, movimiento y reposo.

Pero Platón no hace un desarrollo explícito de los principio del Uno y la Diada. Es especialmente parco con la Diada, cuyo desarrollo parece que habría de formar parte de las doctrinas no escritas. 

Lo que queda claro es que la diada pertenece al ámbito de lo verdaderamente real, es decir, al ámbito del mundo de las ideas, el ámbito de los primeros principios. Lo que sucede es que Platón no introduce una distinción clara dentro del mundo de las ideas, en sus diálogos escritos. el Uno parece que no acaba de tener una categoría ontológica claramente distinta del resto de ideas. 

Aunque es posible rastrear referencias implícitas en algunos textos. 

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Guillermo Coronado 

Los pitagóricos:matemática e interpretación de la naturaleza 

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¿Alusiones de Platón a los Primeros Principios? 

Plato’s Allusions to the First Principles?

 Miguel Ángel Spinassi 

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Seguimos a Spinassi en el recorrido por algunos diálogos de Platón.

Carta séptima

"Platón confiesa aquí que un tratamiento por escrito de los asuntos más importantes de su filosofía (como los ‘Primeros Principios’) no existe ni existirá jamás, puesto que, según su firme convicción, tales cuestiones no se pueden decir de manera suficiente y abierta para todos, sino que de ello solo sacarían provecho eventualmente unos pocos capaces de descubrir la verdad por sí mismos, con una pequeña indicación”.

¿Son estos primeros principios el Uno y la Diada indefinida?

(Viene al caso aquí que, por el contrario, Aristóteles aborda de lleno el problema de los primeros principios. A eso dedica precisamente los 14 libros de la Metafísica: Filosofía Primera). 

Eutrifón

"(...)Sólo si se tiene en cuenta el principio unificador del Uno y su contraposición con la Díada en tanto que principio que dispersa y multiplica, se podría, con el conocimiento exacto y preciso de cómo ambas causas se relacionan entre sí y operan en lo que es, llegar a una definición satisfactoria (en este caso) de la ‘piedad’.

"Platón nos representa a su maestro, no solo en este diálogo temprano sino también en otros, como una fuerza unificadora que intenta en la conversación “hacer el uno”, en la medida en que mueve a su interlocutor de la multiplicidad de todas las cosas que pretende saber hacia una definición de X. El mismo hecho de definir y poner un límite, está claro, no es otra cosa más que un efecto del principio de la Unidad".

(Esto es, la definición trata de resolver la tensión entre lo común que hay en lo definido y la multiplicidad de las instancias en las que se da la definición: lo uno de lo múltiple, lo mismo de lo otro; el universal y el individuo, la idea y la cosa. Convergencia que avanza de alguna manera el pros hen aristotélico. Quizás la diferencia entre el planteamiento de Aristóteles y el de Platón resida en que el de Aristóteles busca y alcanza el límite como unidad ya indivisible, mientras que el de Platón queda en la búsqueda de un límite siempre postergado, en la que la definición no se alcanza; es decir, la tematización, como dice F. Martinez Marzoa, se nos escapa. Se nos escapa el ser como primera entidad, que sí se alcanza en Aristóteles: la primera entidad es la esencia simple; en el caso de los seres vivos es el alma).  

Teeteto

En el Teeteto se trata también de definir, pero en este caso la definición que se busca es de profundo calado: qué es conocimiento científico: episteme.

Se dan pistas de por dónde habría que seguir para llegar a una definición satisfactoria  y los intentos que se hacen para ello no deberían ser considerados como tiempo perdido o esfuerzo en vano, sino como un progresivo ascenso en un camino más largo que tuvo su inicio a partir de la multiplicidad de saberes mencionados por Teeteto y que poco a poco fue avanzando de la mano de Sócrates hasta la máxima aproximación, permitida por la exposición escrita (otra cosa sería oralmente), al Uno

El político

El propósito aquí es definir una ciencia concreta: la ciencia política.

Se podría decir que la contraposiciones entre multiplicidad y unidad (vista en este dialogo, entre el uno y el dos, lo simple y lo complejo),  parecen estar sugiriendo que el problema del ‘saber’ político no tiene que ser examinado entre lo ilimitado e informe, puesto que ello solo lleva a la ignorancia, sino más bien en el orden y límite de la unidad, todo lo cual tiene que ver con los contenidos fundamentales de las enseñanzas orales de la Academia.

Leyes

los guardianes de las leyes, han de mirar hacia un único objetivo. Los que en verdad conocen saben que el fin de la política es uno. Tal conocimiento, como se dirá en el dialogo, solo puede ser adquirido gracias al manejo suficiente de la dialéctica, ciencia que permite precisamente comprender la unidad y la multiplicidad de toda la virtud. 

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Epinomis de Filipo de Opunte

La Epínomis de Filipo, discípulo del círculo intimo de Platón, pretende completar el diálogo Leyes.

Los hombres, dice Filipo, no pueden ser completamente bienaventurados y dichosos, a no ser unos pocos. En efecto, solo aquel que ha llegado a ser verdadero filósofo y que, después de muerto, deja de participar de la multiplicidad de las cosas sensibles y, al compartir la dimensión de la unidad , “se vuelve uno de muchas cosas que era”, solo este puede ser feliz al tiempo que muy sabio y dichoso.

(Parece introducirse aquí que la multiplicidad conecta con el Uno pero también con las cosas sensibles.  No es extraño que estas conexiones tengan que ser resueltas. Plotino introducirá mucho más tarde el Alma a estos efectos, pero ese es otro tema). 

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La línea que enlaza a los pitagóricos, Platón y Aristóteles 

Sin duda, el pensamiento de Platón se entiende mejor cuando se toma conciencia de su influencia pitagórica. Es el caso también del uno y la diada, en su papel de primeros principios. 

Cómo hacer casar estos principios con la teoría de las ideas es algo que va arrastrando Platón y que hace finalmente crisis en el Parménides, junto con otros factores coadyuvantes. Es una crisis que le obliga a una reorganización de la teoría, que empieza en el Sofista y que resuelve finalmente en el Timeo de un modo que no satisface en absoluto a Aristóteles.  

Aristóteles, que pasa muchos años en la Academia, precisamente en la etapa final de Platón, debe conocer necesariamente sus enseñanza orales y, por lo tanto, el énfasis en lo uno y lo múltiple, unidad y diversidad, que habría de estar por entonces en la Academia.

Lo que hace Aristóteles es prescindir de la teoría de las ideas en tanto que ideas separadas puestas en un mundo aparte: el mundo inteligible. El expediente teórico que utiliza para prescindir de lo que considera innecesario, sin abandonar lo que es imprescindible para que la ciencia sea ciencia, es quizás el más elegante de todos los que propone: la estructura relacional pros hen. Podría decirse que el ser es uno-multiple. El ser tiene modos, y por lo tanto no es uno-único, ni un uno con partes separable. lo real se estructura por medio  de relaciones modales convergentes.

Veamos el caso de los seres vivos (la vida), que es lo que Aristóteles le interesa. Tenemos por ejemplo un caballo. Este puede estar en determinado lugar, en un cierto momento, ser de un cierto color, estar acostado,... Todo esto es múltiple y contingente, pero está unido por relacionarse todo ello con la categoría primera caballo.  A su vez, caballo se dice del universal, del individuo y de la esencia simple, el alma en los seres vivos. Esta última es la entidad primera. Ya estamos en el límite, o muy cerca de él. Aun cabe, sin embargo, distinguir  modalmente el alma, en movimiento o en acción.  La acción intensiva es el límite ya indivisible. 

Volvemos ahora al principio por donde hemos empezado.

Si los pitagóricos no pueden concebir un continuo porque no habría lo uno y lo otro, Aristóteles logra resolver la multiplicidad de lo real, no por la vía de introducir el vacío como principio multiplicador que permite la reunificación distintiva, sino por medio de una multiplicidad originaria toda ella internamente comunicada por infinitas relaciones (que no dejan hueco).   

Pasamos con ello del ámbito físico, en el sentido de geométrico, de los pitagóricos, al ámbito de los modos que introduce el lenguaje. 

Platón se mueve entre la matemática, la geometría, y la retórica política, por lo cual no puede decantarse hacia un solución clara de la unidad y la multiplicidad. La Diada indefinida, perteneciendo a los primeros principios, al mundo de las ideas, no puede dejar de conectarse a la materia sensible, lo cual la apartaría del Uno y por lo tanto de los primeros principios. 

(Para acercarnos a la filosofía griega necesitamos pues conocer también cual es o cuales son los ámbitos que el autor está tomando en consideración: la physis,  el logos o la polis). 

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ARISTOTELES. LA ESTRUTURA RELACIONAL PROS HEN (polo relacional, focal meaning). Solución de las aporías platónicas


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