sábado, 14 de junio de 2014

IMPLICACIÓN DE LAS ONG EN LAS DECISIONES GLOBALES ¿TUVO SU MÁXIMO A FINALES DE LOS NOVENTA?

A finales de los noventa la participación de las ONG  en las Naciones Unidas estaba asentada como consecuencia de un proceso que se había iniciado en la Conferencia de Estocolmo.

James A. Paul, director ejecutivo del Global Policy Forum[1], escribía[2] en  junio de 1999 que las ONG tenían un creciente y vital papel que jugar:

Contribuyen con valiosa información, con ideas, abogan de forma efectiva por cambios positivos, proveen de una esencial capacidad operativa en emergencias y esfuerzos de desarrollo,  aumentan la capacidad y legitimidad del proceso de gobernanza global”.

Las califica de socios indispensables en los procesos de deliberación, formación y ejecución de políticas, predice un incremento de su influencia para los años siguientes, debido a su capacidad para complementar y ampliar el discurso político, y  que todo ello habría de dar como resultado una mayor legitimidad de las decisiones.

La Resolución 1996/31, que regula la acreditación de las ONG, se considera como un hito clave en este proceso. 

Esta resolución es la que facilita la participación de las organizaciones, que es informal, puesto que las organizaciones no pueden ejercer derechos formales en la toma de decisiones, pero que les da una substancial influencia sobre los resultados a través del trabajo de los expertos y de la generación de propuestas creativas. Los representantes de las ONG tienen de hecho la oportunidad de hablar en las sesiones plenarias y el derecho de hacer circular documentación.

Sin embargo, ya en este momento, finales de los noventa,  se reconocen dificultades e incluso retrocesos. Algunos estados miembro de las Naciones Unidas no admiten los derechos formales de participación en la Asamblea General.

En este contexto cabe situar, por ejemplo, la propuesta realizada en diciembre de 1998 por la delegación de los Estados Unidos para que  las ONG  paguen el coste de los servicios que reciben de las Naciones Unidas. Algo que no salió adelante debido la oposición de otras delegaciones.

Así, podemos decir, que en  1999 existe un entorno más hostil para las ONG que a finales de los ochenta o inicios de los noventa.  Una hostilidad que se refleja en cuestiones aparentemente triviales como las trabas con las que se encuentran a la hora de acceder a la sede de Nueva York, por razones de seguridad, o las fianzas que se imponen para acceder a la documentación en soporte digital. El motivo que se alega para ambas cosas es la crisis financiera de la organización de las Naciones Unidas.

Con todo, el problema principal está en los derechos de participación.

Los derechos existentes son en realidad producto de la práctica que ha ido sentado precedentes. Esta práctica es dependiente de la buena voluntad de las delegaciones y descansa frágilmente sobre la cordialidad de las relaciones entre las delegaciones y las ONG.

Desde el punto de vista de las ONG, en ese momento la posición más restrictiva con respecto al acceso de estas a los foros de las Naciones Unidas, procede de la Office of legal Counsel, oficina[3] que aconseja en temas legales al presidente de los Estados Unidos, para la cual,  sólo la Carta y las resoluciones de cuerpos intergubernamentales pueden servir de base para conceder o negar el acceso a las ONG, y no los precedentes de hecho.

De acuerdo con el Global Policy Forum, el siglo XX se cierra  con al menos seis grandes dificultades para la participación de las ONG en las decisiones de las Naciones Unidas:

1) Insuficiencia de medios materiales y espacio en la sede de las Naciones Unidas

2) Reglas más duras y cambiantes para obtener acreditaciones

3) Reglas de acceso limitado a la Asamblea General

4) Acceso físico limitado a la sala de reuniones

5) Programación irregular de las reuniones, y

6) Poca disponibilidad de fondos para la participación de las ONG de los países del Sur.

 ¿Qué vino después?



[1] El Global Policy Forun es un observatorio independiente vinculado a las Naciones Unidas  que  promueve la participación ciudadana, especialmente en los temas de paz y seguridad.
[2]  Paul (1999): “NGOs and the United Nations. Comments for the report of the Secretary General”
[3]La Office of Legal Counsel, depende  del Departamento de Justicia norteamericano

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