jueves, 26 de junio de 2014

CAMBIO TECNOLÓGICO Y DESIGUALDAD ¿QUIÉNES SE BENEFICIAN DEL CAMBIO TECNOLÓGICO?

El cambio tecnológico produce efectos desiguales allí donde se aplica. 

Esta cuestión ha sido estudiada en numerosos casos que proceden de distintos campos de aplicación de la tecnología[1].

Uno de los efectos  diferenciales del cambio tecnológico es por ejemplo la salida de la producción de aquellos productores con menores capacidades para incorporar innovaciones tecnológicas.

La mecanización de un sector puede provocar el aumento de los costes de producción hasta tal punto que aquellos productores que no tienen los recursos propios suficientes para financiarla, tienen que endeudarse  y pueden acabar abandonando[2]. Otro de los efectos frecuentes es el ahorro de mano de obra y la consecuente pérdida de puestos de trabajo en el sector, y también se pueden producir cambios en la calificación de los puestos de trabajo[3].

Desde un  punto de vista general, es fácil estar de acuerdo en que las ventajas y desventajas de las nuevas tecnologías nunca son distribuidas equitativamente entre la población, y  por lo tanto, son oportunas las preguntas sobre quién se beneficia del desarrollo de una nueva tecnología, qué grupos o qué tipo de personas  e industrias van a ser favorecidas o perjudicadas.

NEIL POSTMAN añade a esto que los ganadores de la implantación de una nueva tecnología hacen grandes esfuerzos para convencer a los potenciales perdedores de que la nueva tecnología les va a favorecer en cualquier caso.  

Cita para ilustrar este lado de la cuestión el caso de la implantación de los ordenadores personales:

Las compañías de ordenadores, las corporaciones multinacionales, los gobiernos nacionales, los bancos y las agencias recaudadoras de impuestos; son beneficiarias de esta implantación, pero cabe preguntarse hasta qué punto es esta tecnología una ventaja para el conjunto de la población. 

Son muchos,  los que tienen ahora sus asuntos privados mucho más accesibles a las instituciones. Son más fácilmente seguidos y controlados; están siendo enterrados en montañas de correos basura y son un objetivo fácil de las agencias de publicidad y las agencias estatales de fiscalización. Sin embargo, los ganadores siguen animando a estos perdedores para que se muestren entusiastas con los ordenadores. 

Desde el principio, contaron  que con un ordenador personal cualquier persona podía llevar un balance de sus cuentas domésticas o tener sus recetas bien guardadas. Más tarde pasaron a contar que se podrían hacer un montón de gestiones desde casa y  finalmente las bondades de tener información sobre todo”.

En el cambio hacia una nueva tecnología, hay pues un  ejercicio de persuasión,  en el que los ganadores tratan de convencer al resto de que todos van a serlo tanto como ellos. 

Esto no significa que toda innovación tecnológica tenga necesariamente perdedores netos, es decir, gente que estará peor, en términos absolutos, que antes de la implantación de la tecnología. Lo que quiere decir es que las consecuencias no van a ser iguales para todos y que la posición relativa de algunos en el conjunto social puede empeorar, o quizás más frecuentemente, la de algunos pocos puede mejorar mucho con respecto de los demás. 


[1] M. Bianco, por ejemplo, ha estudiado esos efectos en la industria agropecuaria en Uruguay y Estados Unidos. “ Actores, instituciones y cambio técnico en el agro” Cap. 9
[2] De acuerdo con M. Bianco, un tercio de los siete mil productores lecheros de Uruguay abandonó la producción entre los años 1985 y 2000, como consecuencia de la modernización del sector.
[3] Este tema ha sido estudiado exhaustivamente, por ejemplo, en la tesis doctoral de Ferran Mañe (2001): “Cambio tecnológico y cualificación en la industria española: una aproximación estructural”

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CLAVES DE LA CONSTRUCCIÓN DE LA TEOLOGÍA ENTRE EL SIGLO I Y EL IV. (QUINTÍN RACIONERO).

Del legado audiovisual que nos dejó Quintín Racionero, una de las piezas más interesantes es el conjunto de videos que dedica al cristianism...