En
septiembre de 2012, la Sasakawa Peace Foundation publicó una extensa monografía[1] sobre el accidente de
Fukushima, con el objeto de aprender las lecciones de la crisis internacional provocada
por el accidente.
En
primer lugar, se dice que los accidentes
anteriores de Thrree Mile Island y Chernobyl, tuvieron un fuerte componente
de fallo humano, sin embargo, el accidente de fukushima tiene su causa primera
en un fenómeno natural. No obstante la gestión de la crisis tuvo componentes
humanos que influyeron sobre el desarrollo de la misma.
El
informe relata los hechos que llevaron finalmente a la contaminación del medio circundante a la central y a la exposición radiactiva de los trabajadores y
de la población. Relata también
minuto a minuto la respuesta de distintos actores, incluido el gobierno, y cómo
se hizo la evacuación.
Hubo
sobre todo retrasos en tomar decisiones por temor a causar alarma entre la
población.
El
informe analiza también el impacto del accidente sobre la política nuclear de Japón y del resto de países con instalaciones
nucleares. No se destaca ningún cambio especial, salvo una revisión de los
criterios de seguridad en las centrales construidas y en los proyectos en
marcha.
El
impacto económico del accidente
afecta a todos los sectores productivos japoneses y será de varias decenas de
trillones de yenes.
El
informe se pregunta entonces cuáles son los
puntos más vulnerables de la seguridad nuclear. El accidente de Fukushima fue
provocado por un tsunami, pero ¿podría ser provocado por un acto terrorista? La
respuesta es afirmativa.
El
informe viene a decir que de algún modo el accidente de Fukushima es el equivalente
al 11 de septiembre, a los efectos del
cambio en la percepción pública sobre la necesidad de prevenir y actuar contra
el terrorismo.
En
cuanto a las lecciones que hay que aprender,
el informe insiste en que las situaciones de crisis nos deben permanecer en
manos de los responsables directamente afectados, sino que hay que hacer partícipes
a todos los expertos que se consideren necesarios, y establecer un mando
centralizado que se capaz de tomar todas las decisiones que haga falta,
incluida la restricción de derechos individuales. Eso afecta al país en el que
sucede el hecho, pero afecta también a su relación con los países cooperadores.
El
informe da una extensa lista de recomendaciones de con habría de ser la
relación entre Estados Unidos y Japón y de ambos con terceros países en caso de
crisis.
El
informe termina diciendo que el accidente de Fukushima ha destruido el mito de
la seguridad nuclear en el que creía la población de Japón, y que lo primero
que tiene que hacerse, aunque la alianza entre Japón y Estados Unidos es
importante, es poner la nación en orden.
[1] The Fukushima
nuclear accident and crisis management – Lessons for Japan- US Alliance Cooperation-
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