Detectar los errores científicos un vez publicados
La revisión entre colegas, peer review, es previa a la publicación de un escrito científico y es el procedimiento utilizado por revistas y editoriales acreditadas para asegurarse de la calidad de lo que publican.
Pero sucede que una vez publicados, algunos escritos, aun habiendo pasado el filtro de la revisión, generan polémicas sobre el modo en que han sido construidos.
Por esta
razón, se están ensayando sistemas de control que no son previos a la publicación sino posteriores a ella.
Estos
sistemas se apoyan en comités de expertos que valoran los
escritos y el trabajo cuestionado.
Ahora bien,
estos comités no están ellos mismos libres de controversias.
Problemas y controversias
En primer
lugar, los sistemas mismos de acreditación de los miembros que los componen
pueden ser puestos en duda.
En segundo
lugar, los científicos que forman parte del comité se encuentran con los mismos
obstáculos que los científicos a los que tratan de evaluar cuando entran en los
detalles de la disputa, puesto que los
análisis realizados por los miembros del comité pueden ser a su vez sometidos a
revisión crítica por otros.
Un ejemplo
En la controversia sobre la evolución histórica de la temperatura de la atmósfera terrestre, el Congreso de los Estados Unidos solicitó la constitución de un panel de científicos al Consejo de Investigación Nacional, que elaboró un informe en el año 2006, que apoyaba las tesis de MANN (que defiende las tesis de la corriente científica principal), pero que no obstante, contenía algunas observaciones sobre fallos en el tratamiento estadístico.
Dos congresistas, Joe Barton y Ed Whitfield, solicitaron entonces la constitución de un equipo de estadísticos, que apoyaron la tesis de que efectivamente había fallos en el tratamiento estadístico de los datos, aunque este último trabajo no pudo ser tampoco concluyente porque fue criticado en algunos puntos.
Dadas estas
dificultades, se ha tratado de establecer fórmulas de arbitraje más complejas,
en las que no sólo intervienen científicos expertos en los temas que se
discuten, sino que interviene otros evaluadores y otros criterios de
evaluación. Se evalúa en este nivel la conducta de los científicos atendiendo a
normas y valores de carácter más general y sobre todo se les da legitimidad insertándolos en algún órgano de la administración de forma permanente o para un caso concreto.
El comité danés de deshonestidad científica y el caso Lomborg
Uno de los
comités de este tipo es el Comité
Danés de deshonestidad, especialmente conocido a raíz del caso Lomborg.
Andersen
Faber[2] ha
estudiado las razones que llevaron a la formación del Comité Danés de deshonestidad Científica y su composición.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
El Comité Danés sobre Deshonestidad Científica
Berit Andersen Faber
Núm. 156 - Junio 2008
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
El Comité Danés sobre Deshonestidad Científica
Berit Andersen Faber
Núm. 156 - Junio 2008
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Desde los
años cincuenta, la preocupación por la honestidad científica había estado
presente entre los médicos daneses, a raíz de un polémico caso en relación con
una tesis doctoral presentada entonces.
En 1992, un
grupo de trabajo constituido por destacados médicos de origen danés elaboró un
informe sobre la deshonestidad científica y la necesidad de establecer algún
tipo de comité que se propusiera como
objetivo asegurar la integridad científica.
Es
precisamente en el área de investigación médica en la que en 1995 se decide
establecer un comité que controle la calidad de esta investigación, y es a
partir de la experiencia acumulada por este, cuando en 1998, se crean tres
comités que tratan de asegurar la uniformidad de las comunicaciones realizadas
en sus ámbitos: ciencias técnicas, ciencias de la salud y ciencias sociales.
Los tres
comités tienen un presidente común que es un juez del Tribunal Supremo, que
pertenece a la carrera judicial, para asegurar los derechos legales de las
partes involucradas.
Cada comité
tiene seis miembros más, a parte del presidente, que deben ser investigadores reconocidos. El
Ministerio de Ciencia y Tecnología es el organismo encargado de nombrar al presidente y los miembros.
¿Qué es realmente la deshonestidad científica?
Lo que estos
comités tratan de juzgar son los casos de deshonestidad científica, definida
como:
“La
conducta intencional o claramente negligente en forma de falsificación, plagio,
ocultación o cualquier conducta similar que conduzca a una distorsión indebida
de la obra científica y/o de lo
resultados científicos de una persona, lo cual incluye:
1.- Ocultar la elaboración de datos o la sustitución de los mismos con datos ficticios.
2.- Ocultar el hecho de deshacerse de
forma selectiva o subrepticia de los resultados científicos.
3.- Ocultar el uso poco habitual y
erróneo de métodos estadísticos.
4.- Ocultar interpretaciones
tergiversadas o parciales sobre los resultados de otras personas.
5.- Plagiar publicaciones o resultados
de otras personas.
6.- Atribuir méritos falsos a autores y
distorsionar el título de la obra o el lugar de trabajo.
7.- Presentar información falsa sobre
las cualíficaciones científicas.
¿Funcionó este sistema en el caso Lomborg?
La publicación del libro de LOMBORG, El ecologista escéptico, fue llevada ante el Comité Danés de Deshonestidad Científica.
Este caso puede seguir sirviéndonos ahora para reflexionar sobre el papel de los comités de expertos en la resolución de debates científicos.
ARTHUR RÖRSCH[, Profesor emérito de Genética Molecular en la Universidad de Leiden, Holanda, que ha estudiado el caso con detenimiento, defiende que estos procedimientos pueden convertirse en un verdadero obstáculo para el avance de la ciencia.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
“Good scientific practice and the Lomborg case affair
in Denmark”
Prof. (em) Dr Arthur Rorsch
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
La cuestión que plantea aquí RÖRSCH es si la solución está en el cambio de reglas, o más bien,dado lo raro de la mala práctica científica, es mejor simplemente no utilizar cuerpos disciplinaros para juzgarla:
“Dada la estructura de la ciencia actual y la estrecha comunicación que existe entre los científicos, las malas prácticas tales como la fabricación de datos […] rápidamente salen a la luz y el progreso de la ciencia apenas se ve afectado”.
Realmente, dice RÖRSCH, los científicos muy raras veces trabajan aisladamente, por ello, la responsabilidad del trabajo realizado recae en los grupos de investigación y en las instituciones que los acogen. De hecho, dice, el problema no es tanto de comportamientos individuales de algunos científicos sino de mantenimiento de una buena práctica gerencial.
Desde este punto de vista, la responsabilidad de mantener una buena práctica científica recaería en la dirección del centro de investigación y, en última instancia, en la dirección de las instituciones investigadoras.
Es el crédito del centro de investigación el que se ve afectado. Son los centros, por lo tanto, los que deberían introducir principios éticos y la integridad científica en la formación de sus investigadores y establecer procedimientos de control para detectar las malas prácticas antes de que los resultados de estas investigaciones sean utilizados por otros.
En este esquema, los centros de investigación son la pieza clave para garantizar las buenas prácticas. El autocontrol dentro de las instituciones científicas sería un modo más eficiente de lograr estos objetivos que los comités ad hoc.
-------------------------------------------
En esta argumentación hay dos premisas básicas:
1.- La mala práctica científica es muy rara.
2.- Los comités son más un obstáculo que una ayuda.
Y una conclusión: los centros de investigación son la pieza clave para garantizar la calidad de la producción científica.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Para continuar con el tema:
1.- La mala práctica científica es muy rara.
2.- Los comités son más un obstáculo que una ayuda.
Y una conclusión: los centros de investigación son la pieza clave para garantizar la calidad de la producción científica.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Para continuar con el tema:
Hay un caso que tiene que ver también con el cambio climático del que pueden sacarse conclusiones sobre todos estos dos puntos: el caso de los correos filtrados en el centro de Investigación Climática de la Universidad de East Anglia.
[2]
Andersen Faber (2008): “El Comité Danés de Deshonestidad científica”, B.
Andersen Faber es consultora independiente en bioética, Faber Advisors Aps,
Exdirectora del Comité Danés de Bioética.
No hay comentarios:
Publicar un comentario