sábado, 19 de julio de 2014

APRENDIENDO FILOSOFÍA DE LA CIENCIA CON EL CLIMATEGATE (VI). EL INFORME DEL COMITÉ DE LA CASA DE LOS COMUNES

El caso de los correos filtrados ha sido tratado, al menos mediante tres comités de investigación: el Comité de Ciencia y Tecnología[1], dependiente del parlamento británico a través de  la Casa de los Comunes; y dos comités independientes promovidos por la propia Universidad de East Anglia; uno de ellos, para valorar las cuestiones estrictamente científicas, el Panel de Evaluación Científica[2];  y  otro[3], de alcance más general, que ha entrado también en la cuestiones del comportamiento de los científicos de la CRU.
Después de un trabajo de análisis de las alegaciones e informes  recibidos y de algunas entrevistas orales con los implicados, el COMITÉ  DEPENDIENTE DE LA CASA DE LOS COMUNES, cuyos miembros son parlamentarios apoyados por asesores,  fue el primero que emitió su informe[5], en el mes de marzo de 2010.

La cuestión de la transparencia


El comité analizó las fuentes de datos existentes, y el comportamiento de los científicos de la CRU frente a los requerimientos de información.

De este análisis concluó que efectivamente la transparencia no había sido completa, ahora bien, reconoce que no es una práctica normal  entre los científicos compartir las fuentes de datos ni los programas de ordenador utilizados para tratarlos, y que no es por lo tanto reprochable la actitud de los científicos de la CRU, puesto que se ajusta  a lo normal.

Ahora bien, esta normalidad puede ser cuestionada, y de hecho,  el comité lo hace al afirmar que la ciencia del clima es una materia de importancia global  en la que la transparencia deber ser irreprochable y considera que los científicos deberían dar pasos en la dirección de hacer que todos los datos, y la forma en que han sido tratados, esté públicamente disponible, con la única limitación que se derive de las leyes de comercio y de razones de seguridad nacional.

La honestidad de la investigación


Con respecto a la investigación sobre la posible actuación deshonesta de los científicos de la CRU, el comité no tiene ninguna duda de que el correo filtrado que causa más preocupación es que habla del “truco […] para esconder el descenso”.

Sobre la palabra “truco” el comité recibe distintas interpretaciones.

Alguna de ellas se refieren a que el truco consiste simple y llanamente en la falsificación de datos; no obstante, las explicaciones de la CRU, que son aceptadas incluso por alguno de los críticos más duros, se refieren a esta como una expresión coloquial que significa “la mejor forma de hacer algo”, en el sentido de la forma más hábil o eficiente de hacerlo.  El comité, valorando las evidencias disponibles, admite como verosímil esta última interpretación.

No obstante, aunque puede ser un modo hábil de tratar los datos,  esta habilidad puede emplease con el fin de esconder algo, de esconder el descenso de temperaturas. Y por lo tanto, esto es también objeto de investigación.

En este punto, el comité atiende a la crítica de LORD LAWSON[6], que somete a contraste con la defensa del profesor PHIL D. JONES.

Para ello el comité entra en el modo en que se han utilizado los datos procedentes de los anillos de los árboles. 

Al analizar los argumentos de una y otra parte, el comité concluye que lo que ha hecho la CRU es simplemente despreciar datos que pensaba que eran erróneos de una forma honesta.


No hay una condena pues ni de los procedimientos ni de los comportamientos de los científicos de la  CRU.

Lo que hay aquí son dos temas importantes desde el punto de vista de la filosofía de la ciencia: la transparencia de las investigaciones y las decisiones que se toman durante un proceso de investigación científica.


La transparencia


La transparencia es un asunto en el que es difícil encontrar un equilibrio entre la necesidad de conocer todas las interioridades de un trabajo para poder juzgarlo, y la imposibilidad práctica de atender a todos aquellos que pudieran estar interesados en conocerlas. Llevado al límite, el procedimiento de transparencia podría colapsar a los investigadores. Por ello, habrá que buscar fórmulas que funciones en la práctica. De todos modos, para la filosofía tienen interés algunas preguntas más sutiles. Por ejemplo, hasta qué punto un científico es capaz de expresar todos y cada uno de los razonamientos que le han llevado a desarrollar su investigación tal como lo ha hecho. Y también a temas más profundos como el secretismo en la ciencia y a la relación entre saber y poder

Decisiones en un proceso de investigación


El otro tema todavía es más complejo, y tiene que ver también con esto último. Durante una investigación se hacen elecciones, por ejemplo, despreciando un dato, que están en la frontera entre hacer lo que uno cree porque está convencido de que el dato es erróneo, y hacer lo que le conviene porque el dato no le cuadra. Esto lleva sin duda a otro problema profundo que es el de la preconcepciones en la ciencia, y a un asunto general que es el de subjetividad científica.






[1] The Science and Technology Committee
[2] Scientific Appraisal Panel
[3] The independent climate change e-mails review
[4] Los miembros son parlamentarios apoyados por personal especializado.
[5] “The disclosure of the climate data from the climatic research unit at the University of East Anglia”, Eight report of session 2009-10, House of Commons, Science and Technology committee.
[6]  Lord Lawson of Blaby ocupó cargos importantes en los gobiernos de M. Thatcher, y ha tenido un papel  relevante en el debate sobre el cambio climático. Por ejemplo en relación con el Informe Stern y con el video “El timo del calentamiento global”, siempre desde el lado de la posición escéptica. 

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