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Gardiner parte de que la ingeniería
ha pasado del terreno de la simple especulación al terreno del debate serio.
Como prueba de ello cita el apoyo del Premio Nobel Paul Crutzen, expresado en 2006, a
un programa de investigación de la geoingeniería.
El dato para el debate es
que las emisiones han seguido creciendo en los últimos veinte años. Si sigue la
tendencia, a mediados del siglo XXI la situación para el clima será
catastrófica. En esas circunstancias, el argumento de Crutzen es que la única
solución es una gran solución técnica. Para que esa solución no llegue tarde,
la investigación debe empezar ahora.
La geoingeniería sería,
según este argumento, el mal menor.
Gardiner no está de acuerdo
con el planteamiento de Crutzen.
El aspecto principal del problema es de orden
ético. En tanto que es un problema que
se manifestará dentro de cincuenta años y que afectará a las generaciones futuras
tiene que ver con el tipo de responsabilidad que se asume en esta generación
respecto de las siguientes.
Para Gardiner no es
suficiente que nos pongamos a investigar, se pueden hacer más cosas. Se pueden
crear fondos de compensación, hacer cambios técnicos ahora para acelerar el uso
de renovables y hacer cambios institucionales.
Lo que cree Gardiner es que los
mismos que se oponen a la reducción de emisiones se oponen a crear fondos
compensatorios para el futuro.
Gastar unos millones de
dólares en investigación sobre ingeniería puede acallar algunas conciencias
pero es muy poco comparado con todo lo que se puede hacer.
Ahora bien, Una de las cosas
que se pueden hacer, dice Gardiner, es organizar una especie de proyecto
Manhattan de las energías alternativas ¿No entraría esto también en el ámbito de
la geoingeniería?
la respuesta es negativa si por geoingeniería se entienden sólo las tecnologías orientadas a modificar el clima. la respuesta es afirmativa si se incluyen también otras soluciones tecnológicas a gran escala.
Por ello hay que deslindar un poco mejor el concepto de geoingenieria para saber de qué se discute.
la respuesta es negativa si por geoingeniería se entienden sólo las tecnologías orientadas a modificar el clima. la respuesta es afirmativa si se incluyen también otras soluciones tecnológicas a gran escala.
Por ello hay que deslindar un poco mejor el concepto de geoingenieria para saber de qué se discute.
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