La adaptación consiste en hacer los ajustes necesarios para hacer frente a los efectos del cambio climático, mientras que la mitigación se centra en las causas.
Dentro de la adaptación hay
un concepto que tiene sin duda interés: las medidas no regrets. Esto es,
medidas que son buenas en todo caso, con independencia de que el cambio climático
sea el caso o no. Son medidas de las que se supone que no nos arrepentiremos de tomar, y
que, el cambio climático puede, sin embargo, ser el detonante para que se
implanten.
En un artículo "Addressing human vulnerability to climate change: Toward a ‘no-regrets’ approach, de 2008, el Banco Mundial da las pinceladas básicas de qué entiende por medidas no regrets, y apoya estas
medidas como la mejor forma de gestionar el cambio climático.
Su propuesta trata de
alejarse de las visiones en las que se augura una especie de día del juicio
final en el que la especie humana sucumbirá, por el contrario, su enfoque
propone la búsqueda de medidas que sirvan a la vez para adaptarse al cambio
climático y luchar contra la pobreza y el subdesarrollo.
El enfoque (que en origen
está basado en trabajos de Amartya Sen) se desarrolla en el nivel de los hogares familiares y de su vulnerabilidad frente
a determinados riesgos. La vulnerabilidad depende de las características del
riesgo, de la exposición y sensibilidad frente a él, de su impacto y de la
capacidad para gestionarlo. Entendida la vulnerabilidad como la posibilidad de caer por debajo de ciertos
niveles de bienestar frente a ciertos riesgos (es importante saber que riesgo,
sensibilidad y vulnerabilidad no se definen igual en todos los enfoques).
El objetivo es reducir la vulnerabilidad de los
hogares tomando medidas en ese nivel, pero también en el nivel local, nacional
e internacional. Son un conjunto amplio de medidas anticipatorias y de reparación, que son
buenas para el desarrollo aun en ausencia del cambio climático, pero la
inminencia de los riesgos asociados con éste puede hacer que se venzan
resistencias. Entre los instrumentos que se proponen destacan los préstamos y
los seguros.
El enfoque hace también unas
propuestas para la investigación, una agenda, en la que la ciencia social se
ponga al nivel de los meteorólogos y de los biólogos en el conocimiento de las
repercusiones del clima sobre los hogares.
Se trata sin duda de un enfoque optimista cuya palabra clave es el desarrollo. Lo que se pretende es reducir la brecha entre países desarrollados y subdesarrollados.con este tipo de propuestas los que se pretende conseguir es que los países en desarrolla se dejen tirar de ellos sin grandes resistencias, sin que haya que llevarlos a rastras.
El problema es es posible sostener el desarrollo del conjunto del planeta. si eso no es posible, entonces no vale soluciones en las que unos tiren de otros porque no habrá nadie para tirar.
Desde los años setenta algunos trabajos advierten de esto último, no obstante la respuestas a estas preguntas no son en absoluto sencillas.
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