domingo, 28 de septiembre de 2014

NO REGRETS. EL BANCO MUNDIAL Y EL CAMBIO CLIMÁTICO

De las dos formas de enfrentarse con el cambio climático, adaptación y mitigación, la primera de ellas es la que ha elegido el Banco Mundial. 

La adaptación consiste en hacer los ajustes necesarios para hacer frente a los efectos del cambio climático, mientras que la mitigación se centra en las causas.

Dentro de la adaptación hay un concepto que tiene sin duda interés: las medidas no regrets. Esto es, medidas que son buenas en todo caso, con independencia de que el cambio climático sea el caso o no. Son medidas de las que se supone que no nos arrepentiremos de tomar, y que, el cambio climático puede, sin embargo, ser el detonante para que se implanten.

En un artículo "Addressing human vulnerability to climate change: Toward a ‘no-regrets’ approach, de 2008, el Banco Mundial da las pinceladas básicas de qué entiende por medidas no regrets, y apoya estas medidas como la mejor forma de gestionar el cambio climático.

Su propuesta trata de alejarse de las visiones en las que se augura una especie de día del juicio final en el que la especie humana sucumbirá, por el contrario, su enfoque propone la búsqueda de medidas que sirvan a la vez para adaptarse al cambio climático y luchar contra la pobreza y el subdesarrollo.

La propuesta parte del hecho de que las sociedades más pobres son las más vulnerables frente al cambio del clima. La novedad está en aplicar a la solución de este problema un aparato conceptual que denominan como SRM (Social Risk Management).

El enfoque (que en origen está basado en trabajos de Amartya Sen) se desarrolla en el nivel de  los hogares familiares y de su vulnerabilidad frente a determinados riesgos. La vulnerabilidad depende de las características del riesgo, de la exposición y sensibilidad frente a él, de su impacto y de la capacidad para gestionarlo. Entendida la vulnerabilidad como  la posibilidad de caer por debajo de ciertos niveles de bienestar frente a ciertos riesgos (es importante saber que riesgo, sensibilidad y vulnerabilidad no se definen igual en todos los enfoques).

El  objetivo es reducir la vulnerabilidad de los hogares tomando medidas en ese nivel, pero también en el nivel local, nacional e internacional. Son un conjunto amplio de medidas anticipatorias y de reparación, que son buenas para el desarrollo aun en ausencia del cambio climático, pero la inminencia de los riesgos asociados con éste puede hacer que se venzan resistencias. Entre los instrumentos que se proponen destacan los préstamos y los seguros.

El enfoque hace también unas propuestas para la investigación, una agenda, en la que la ciencia social se ponga al nivel de los meteorólogos y de los biólogos en el conocimiento de las repercusiones del clima sobre los hogares.

Se trata sin duda de un enfoque optimista cuya palabra clave es el desarrollo. Lo que se pretende es reducir la brecha entre países desarrollados y subdesarrollados.con este tipo de propuestas los que se pretende conseguir es que los países en desarrolla se dejen tirar de ellos sin grandes resistencias, sin que haya que llevarlos a rastras.

El problema es es posible sostener el desarrollo del conjunto del planeta. si eso no es posible, entonces no vale soluciones en las que unos tiren de otros porque no habrá nadie para tirar.

Desde los años setenta  algunos trabajos advierten de esto último, no obstante la respuestas a estas preguntas no son en absoluto sencillas.




[1] 
Rasmus Heltberg , Paul Bennett Siegel, Steen Lau Jorgensen
The World Bank, United States

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