Descartes es un gran matemático y Spinoza escribe en el título de su obra principal que es una ética al modo de la geometría (more geometrico), es decir, con el estilo y formato del tratado sobre geometría de Euclides; con sus definiciones, teoremas y corolarios.
En occidente, las matemáticas estuvieron postergadas durante muchos siglos. Ni la interpretación del neoplatonismo de la alta edad media, ni la interpretación del aristotelismo de la baja edad media, estuvieron muy interesadas en las matemáticas.
En la antigüedad presocrática, sin embargo hubo una tradición matematizante: la escuela de Pitágoras.
Más tarde, Platón, sobre todo a partir de un momento crítico de su pensamiento filosófico, recurre al pitagorismo, de tal modo que el Timeo, casi al final de su carrera, tiene un planteamiento claramente geométrico, pitagorizante.
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Los pitagóricos:matemática e interpretación de la naturaleza
Guillermo Coronado
La tradición
pitagórica hace de la matemática la clave
para la interpretación de la naturaleza física. Se plantea aquí que el descubrimiento de relaciones
aritméticas, geométricas, la crisis de los inconmensurables. Coronado presenta tres instancias de esa influencia pitagórica en el pensamiento occidental.
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Sin embargo, a pesar de la gran influencia que el pitagorismo, y especialmente el Platón pitagórico, han tenido en la civilización occidental moderna; o quizás precisamente por ello, la hermenéutica contemporánea se muestra tremendamente crítica con esa corriente a la que considera de algún modo su rival desde el inicio mismo de la filosofía.
Los otros, los no pitagóricos presocráticos, serían, vistas así las cosas, los filósofos milesios y Parménides (quizás un pitagórico heterodoxo o quizás un seguidor de Jenófanes) y, desde luego, Heráclito.
De qué acusa la hermenéutica al pitagorismo y su estela resulta más o menos claro: del dualismo entre cuerpo y alma, del más allá y el más acá, de lo inteligible y lo sensible; marcando fronteras que separan, fijando dogmas monológicos. Siempre desde un racionalismo dialéctico. El número como compuesto de determinado e indeterminado, sin enlace ente lo uno y lo otro. Para que dos unidades: unos, determinadas, formen pares :doses, la diada. se introduce el vacío (indeterminado) entre las dos unidades, separándolas.
Frente a esto, la racionalidad hermenéutica se ve a sí misma como una pluralidad con diferencias (ontológicas) que no separan sino que unen: una pluralidad unida por la diferencia (lo que hay de lo mismo en lo otro). Lo otro no es idéntico ni igual, pero siempre hay algo de lo mismo en lo otro. De tal modo que es posible construir comunidades abiertas y no grupos cerrados: sociedades comunitarias y no sectarias.
Desde esta perspectiva, la filosofía matematizante pitagórico-platónica lo es de las diferencias cuantitativas, extensivas no intensivas, y por lo tanto, y a pesar de la aparente paradoja, sería finalmente una filosofía materialista, aunque esa materia fuera materia inteligible.
Pero es más, en el terreno de la práctica política se les achaca toda tradición dogmática, dualista, mononoteista y monológica.
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Serie: Filosofía y Voces del Pensamiento.
Sin embargo, a pesar de la gran influencia que el pitagorismo, y especialmente el Platón pitagórico, han tenido en la civilización occidental moderna; o quizás precisamente por ello, la hermenéutica contemporánea se muestra tremendamente crítica con esa corriente a la que considera de algún modo su rival desde el inicio mismo de la filosofía.
Los otros, los no pitagóricos presocráticos, serían, vistas así las cosas, los filósofos milesios y Parménides (quizás un pitagórico heterodoxo o quizás un seguidor de Jenófanes) y, desde luego, Heráclito.
De qué acusa la hermenéutica al pitagorismo y su estela resulta más o menos claro: del dualismo entre cuerpo y alma, del más allá y el más acá, de lo inteligible y lo sensible; marcando fronteras que separan, fijando dogmas monológicos. Siempre desde un racionalismo dialéctico. El número como compuesto de determinado e indeterminado, sin enlace ente lo uno y lo otro. Para que dos unidades: unos, determinadas, formen pares :doses, la diada. se introduce el vacío (indeterminado) entre las dos unidades, separándolas.
Frente a esto, la racionalidad hermenéutica se ve a sí misma como una pluralidad con diferencias (ontológicas) que no separan sino que unen: una pluralidad unida por la diferencia (lo que hay de lo mismo en lo otro). Lo otro no es idéntico ni igual, pero siempre hay algo de lo mismo en lo otro. De tal modo que es posible construir comunidades abiertas y no grupos cerrados: sociedades comunitarias y no sectarias.
Desde esta perspectiva, la filosofía matematizante pitagórico-platónica lo es de las diferencias cuantitativas, extensivas no intensivas, y por lo tanto, y a pesar de la aparente paradoja, sería finalmente una filosofía materialista, aunque esa materia fuera materia inteligible.
Pero es más, en el terreno de la práctica política se les achaca toda tradición dogmática, dualista, mononoteista y monológica.
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Los Pitagóricos
Serie: Filosofía y Voces del Pensamiento.
-María Teresa Oñate y Zubía (Catedrática de Filosofía, UNED. IP del proyecto de Investigación HERCRITIA-Santander)
-David Hernández de la Fuente (Escritor y profesor de Filología Clásica, UCM)
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