Tomás es italiano de origen pero vinculado intelectualmente con la Universidad de París. Otra característica fundamental es su pertenencia a la orden mendicante de los dominicos.
La orden de los dominicos se funda en 1216 con la intención de formar un colectivo de religiosos suficientemente preparado para ser capaz de generar un discurso que pueda ser ofrecido para contrarrestar las herejías que se estaban extendiendo por aquellos años en Europa (entre ellas la albigense que no reconoce una Iglesia visible y le niega toda autoridad espiritual y temporal).
Tomás, nacido en 1225, es atraído y se siente atraído por la orden, que estaba en sus primeros años de andadura, y que responde a sus inquietudes, y en la que seguramente se ve pronto en él su potencial para el fin que la orden se propone. Esta afiliación es muy mal recibida por cierto en la familia (noble) de Tomás que incluso le rapta y retiene durante un año para que desista de su intención.
Ya en Paris, sus capacidades no le pasan desde luego desapercibidas a Alberto Magno, dominico, con una trayectoria vital en algunos aspectos parecida a la de Tomás, al que tiene como discípulo predilecto.
La universidad de París
El nacimiento de la universidad de París, sobre la base de escuelas precedentes, se gesta entre el 1208 y el 1231, año en el que se emite finalmente la bula fundacional. El objeto de su creación es formar una comunidad de profesores y estudiantes relativamente autónoma con respecto de obispos, abades, señores o reyes; para lo cual se apoyan en los poderes más grandes pero más lejanos (que les permiten por lo tanto más autonomía) del Papa y el Emperador.
Las dos órdenes mendicantes, dominicos y franciscanos, prácticamente creadas a la par que la universidad, se preocupan de tener cátedras en ella, lo que logran no sin oposición de otros religiosos y laicos.
En París se forma Tomás de la mano de Alberto y consigue cumplir con éxito el proyecto iniciado por éste de utilizar el pensamiento filosófico de Aristóteles para aumentar la potencia discursiva de la doctrina cristiana.
El contexto en el que se fundan tanto las órdenes mendicantes como la universidad es el de la configuración de las ciudades medievales. Los frailes de los conventos, distintos de los monjes de los monasterios, son gentes urbanas. la universidad en la que se reúne una cantidad importante se profesores y alumnos para formar un colectivo grande es también algo urbano.
Luis de Francia
Luis es proclamado rey a la muerte de su padre en 1226. Como dato entre muchos que forman parte de su biografía se puede destacar su participación en el concilio de Lyón de 1245, presidido por el papa Inocencio IV, en el que el emperador Federico II es excomulgado y depuesto.
Luís es por otra parte franciscano seglar, aunque no es deja de tener en su mesa como comensal a Tomás.
Luís es por otra parte franciscano seglar, aunque no es deja de tener en su mesa como comensal a Tomás.
El pensamiento político de Tomás
Bernardo de Claraval, monje cisterciense, no siendo rey ni papa, es uno de los personajes más influyentes del siglo XII, ¿lo es también Tomás? ¿Cuál es su pensamiento político?
El hombre está subordinado a la sociedad como lo está la parte en relación al todo, pero su finalidad personal trascendente se sobrepone al fin de la sociedad. En otras palabras: el bien común prevalece sobre el bien particular, pero el bien común universal está en un plano superior al del bien común temporal al cual se ordenan las sociedades. Y el bien supremo es Dios.
El hombre vive en sociedad por inclinación natural. pero la vida social requiere una autoridad, sin la cual se disgregaría en la anarquía. El poder político resulta del propio orden natural y, en consecuencia de un orden divino, al imprimir Dios en el hombre el atributo esencial de la razón.
La triple división de los regímenes políticos, que ya se encuentra en Aristóteles, vuelve a ser tomada por Tomás, que resalta un criterio cualitativo y no meramente cuantitativo para distinguir entre monarquía, aristocracia y democracia, indicando la característica esencial de cada una de éstas formas. La monarquía realiza el ideal de la unidad del gobierno. En la aristocracia se destaca la élite dirigente, constituida por los hombres más aptos para la dirección de la cosa pública. Por último, la democracia da a todos la posibilidad de ser oídos, atendiéndose, de ese modo, los intereses y las aspiraciones del cuerpo social.
Tomás aboga pues por un régimen combinado que no es una monarquía absoluta, ni desde luego una tiranía ¿ Como es entonces ese régimen?
la sociedad debe esta ordenada por unas normas legales ¿ Cuáles?
Aquellas basadas en en la naturaleza humana.
Que haya una naturaleza humana no es una cuestión trivial. Se fundamenta en el hecho de que el mundo está hecho de sustancias, con su forma, su esencia, su naturaleza propia.
Según esto hay cosas que son propias de la naturaleza humana y otras que son impropias, y con ello, hay una ley, la ley natural, que regula esas cosas.
La ley natural se ocupa de la conducta individual de los humanos con independencia de que vivan en sociedad, pero ¿qué hay de las normas sociales?
Estas normas son convencionales, reguladas por el derecho positivo.
Tomás sigue básicamente a Aristóteles en su pensamiento político. Entre Aristóteles y Platón hay diferencias importantes.
Para Platón la respuesta a la pregunta de qué es la justicia tiene como respuesta que la justicia existe como idea en un mundo aparte. La justicia en el mundo sensible participa o imita esa justicia ideal.
Aristóteles no cree sin embargo en la existencia de ese mundo poblado de ideas. Preguntarse por la justicia es preguntarse por lo que es justo o injusto en el mundo sensible en el que habitamos.
Ahora bien, si este mundo sensible está poblado de sustancias, entre ellas el ser humano, que tiene su esencia, su naturaleza, cualquier norma no vale. Valen sólo aquellas que contribuyan al desarrollo pleno de esa naturaleza.
hay una subordinación de las normas sociales a la ley natural.
Y ahí está implícita la respuesta de Tomás a las disputas de poder de su tiempo: ¿qué papeles tienen el rey, el papa y el emperador?
El rey domina en el derecho positivo, pero la ley natural se superior y el papa está pues por encima del rey.
El hombre está subordinado a la sociedad como lo está la parte en relación al todo, pero su finalidad personal trascendente se sobrepone al fin de la sociedad. En otras palabras: el bien común prevalece sobre el bien particular, pero el bien común universal está en un plano superior al del bien común temporal al cual se ordenan las sociedades. Y el bien supremo es Dios.
El hombre vive en sociedad por inclinación natural. pero la vida social requiere una autoridad, sin la cual se disgregaría en la anarquía. El poder político resulta del propio orden natural y, en consecuencia de un orden divino, al imprimir Dios en el hombre el atributo esencial de la razón.
La triple división de los regímenes políticos, que ya se encuentra en Aristóteles, vuelve a ser tomada por Tomás, que resalta un criterio cualitativo y no meramente cuantitativo para distinguir entre monarquía, aristocracia y democracia, indicando la característica esencial de cada una de éstas formas. La monarquía realiza el ideal de la unidad del gobierno. En la aristocracia se destaca la élite dirigente, constituida por los hombres más aptos para la dirección de la cosa pública. Por último, la democracia da a todos la posibilidad de ser oídos, atendiéndose, de ese modo, los intereses y las aspiraciones del cuerpo social.
Tomás aboga pues por un régimen combinado que no es una monarquía absoluta, ni desde luego una tiranía ¿ Como es entonces ese régimen?
la sociedad debe esta ordenada por unas normas legales ¿ Cuáles?
Aquellas basadas en en la naturaleza humana.
Que haya una naturaleza humana no es una cuestión trivial. Se fundamenta en el hecho de que el mundo está hecho de sustancias, con su forma, su esencia, su naturaleza propia.
Según esto hay cosas que son propias de la naturaleza humana y otras que son impropias, y con ello, hay una ley, la ley natural, que regula esas cosas.
La ley natural se ocupa de la conducta individual de los humanos con independencia de que vivan en sociedad, pero ¿qué hay de las normas sociales?
Estas normas son convencionales, reguladas por el derecho positivo.
Tomás sigue básicamente a Aristóteles en su pensamiento político. Entre Aristóteles y Platón hay diferencias importantes.
Para Platón la respuesta a la pregunta de qué es la justicia tiene como respuesta que la justicia existe como idea en un mundo aparte. La justicia en el mundo sensible participa o imita esa justicia ideal.
Aristóteles no cree sin embargo en la existencia de ese mundo poblado de ideas. Preguntarse por la justicia es preguntarse por lo que es justo o injusto en el mundo sensible en el que habitamos.
Ahora bien, si este mundo sensible está poblado de sustancias, entre ellas el ser humano, que tiene su esencia, su naturaleza, cualquier norma no vale. Valen sólo aquellas que contribuyan al desarrollo pleno de esa naturaleza.
hay una subordinación de las normas sociales a la ley natural.
Y ahí está implícita la respuesta de Tomás a las disputas de poder de su tiempo: ¿qué papeles tienen el rey, el papa y el emperador?
El rey domina en el derecho positivo, pero la ley natural se superior y el papa está pues por encima del rey.
Como todo poder de gobierno proviene de Dios, todo gobernante debe adorar a Dios en cuanto Señor, porque por Él le ha sido dado el poder para gobernar sobre las cosas terrenas. Esta es la razón por la que puede decirse que todo gobernante es ministro de Dios en cuanto a esta dependencia de gobierno sobre las cosas terrenas. De esta afirmación resulta que quienes están encargados del cuidado de los fines anteriores deben subordinarse a aquel de quien depende el cuidado del último fin, el Sumo Pontífice, a quien se le ha encomendado principalmente el cuidado del reino de Cristo. Porque la vida eterna es una gracia de Dios y su cuidado corresponde al régimen divino.
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EL PENSAMIENTO POLITICO DE SANTO TOMAS DE AQUINO
POR JOSÉ PEDRO GALVAO DE SOUSA
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