Hay pocas autobiografías de grandes científicos, pero Heisenberg es una excepción. Escribió a mediados de los sesenta unas memorias bastante extensas que tienen la virtud de contar muchos detalles, no sólo de cuestiones científicas sino también sobre el ambiente social, cultural y político en el que se desarrollaron las investigaciones sobre mecánica cuántica.
Uno de esos detalles es especialmente interesante. Cuenta Heisenberg que, recién terminado el bachillerato, su padre le facilitó una entrevista con el entonces afamado matemático Ferdinand von Lindemann, conocido sobre todo por haber resuelto la cuadratura del círculo. Aquel encuentro fue poco satisfactorio y no hubo ninguna simpatía entre ambos, pero este contratiempo le llevó a entrevistarse con Sommerfeld, que en 1916 había modificado el modelo atómico de Bohr utilizando la teoría de la relatividad de Eisntein. Este encuentro con Sommerfeld es el inicio de una relación académica muy fructífera.
Estando en un seminario con Sommerfeld tuvo ocasión para asistir directamente a una conferencia dada por Einstein, y sobre todo tuvo contacto con Niels Bohr.
Se puede preguntar si el desarrollo intelectual de Heisenberg hubiera sido el mismo sin el contacto con estos grandes científicos. La respuesta es no, con casi total seguridad.
El lugar físico en el que se produjo la relación entre Heisenberg y Sommerfeld fue la Universidad de Munich. Luego tuvo relación con Gottinga y estuvo tres años en Copenague; pero lo importante no es la ubicación, lo relevante son las personas que allí estaban: la universidad la hacen los profesores que hay en ella.
Evidentemente, la comunidad universitaria la componen los profesores y los alumnos, pero lo que distingue a unas de otras, los que hace que unas sean más excelentes que otras, son sus profesores.
Presupuestos y profesores
Por eso hay que llevar cuidado cuando se dice que lo que hace falta es más presupuesto para educación. No basta con tener más presupuesto, hay que ver para qué se quiere más dinero.
Una anécdota que cuenta Heisenberg puede ser también esclarecedora sobre este tema.
Estando en Munich, Sommerfeld le preguntó si le gustaría asistir a unas conferencias que daba Bohr en otra ciudad. Heisenberg, que en ese momento no tenía un céntimo, no podía decir que quería ir. Aquello se solucionó porque Sommerfeld le facilitó los gastos de viaje. Esto significa que el dinero hace falta. Lo normal es que la mayoría de la gente no tenga dinero para pagar sus gastos en cursos, sobre todo fuera de su ciudad. Esa es una de las varias razones por las que no se puede funcionar sin nada de dinero.
Si la universidad la hacen los profesores, los buenos profesores, entonces lo que hace falta es ficharlos si no se tienen. Otra vez hablamos de dinero, pero no de mucho dinero, y desde luego no de dinero en general, sino de dinero para algo concreto.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Leer a Heisenberg directamente:
Título de la obra en inglés: PHYSICS AND PHILOSOPHY
Traducción de: FAUSTO DE TEZANOS PINTO
Traducción de: FAUSTO DE TEZANOS PINTO
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