viernes, 24 de julio de 2015

SABER Y PODER. BOECIO, TEODORICO Y EL CONSUELO DE LA FILOSOFÍA

Severino BoecioCOORDENADAS: (480-524, Roma, fin del Imperio, Reinado de Teodorico)


Boecio afortunado y feliz


Boecio nació en el año 480, durante el reinado de Odoacro, caudillo germánico que había puesto definitivamente  fin al imperio romano de occidente destronando a Rómulo Augústulo. 

Se formó intelectualmente en Atenas y, ya de vuelta en Roma, concibió un gran proyecto que sólo logró llevar a cabo en una mínima parte: traducir al latín todas las obras de Platón y Aristóteles, con la intención de demostrar la mera apariencia de las supuestas disparidades existentes entre sus respectivos sistemas filosóficos.

En la vida política obtuvo un éxito rápido: fue cuestor y después cónsul a los treinta años (510); y en 522 pudo ver a sus dos hijos elevados a este último cargo. 

Según él mismo confiesa, hasta este momento vivió plenamente feliz: muy bien considerado por Teodorico, rey ostrogodo que no tuvo problema para derrotar a las fuerzas hérulas de Odoacro, sitiando en 492 la inexpugnable capital de Odoacro, Rávena. Acorralado, el caudillo hérulo llegó a un pacto con Teodorico en febrero de 493 para compartir el poder, pero el monarca ostrogodo no dudó en asesinarlo con sus propias manos, diez días después de alcanzado el acuerdo, convirtiéndose de ese modo en rey de Italia. 

Boecio fue apreciado y amado por los hombres más ilustres de la época, poseedor del afecto de una familia ideal y envidiado por su cultura y su poder, parecía ver colmados todos sus deseos.

Resultado de imagen de boecio teodoricoNo obstante, en breve espacio de tiempo su fortuna cambió por completo y lo llevó a conocer una caída más rápida aún que el ascenso. 

Tras haber defendido en Verona, y ante el mismo Teodorico, al senador Albino, quien había sido acusado de traición en favor del emperador de Bizancio, Justino I, el propio Boecio se vio envuelto en la acusación, y fue encarcelado en Pavía, condenado a muerte y  ajusticiado en el año 524.

Leer a Boecio directamente:




Traducción del latín por PABLO MASA 
Prólogo y notas de ALFONSO CASTAÑO PIÑÁN El título original de esta obra de ANITIUS MANLIUS TORQUATUS SEVERINUS BOETHIUS (480 - ¿524?) es DE CONSOLATIONE PHILOSOPHIÆ 



Boecio encarcelado

Encarcelado, reflexiona sobre el mal que le ha sobrevenido y escribe Consolación de la Filosofía.

En su encierro tiene una visión: 

"Me pareció que sobre mi cabeza se erguía la figura de una mujer de sereno y majestuoso rostro, de ojos de fuego, penetrantes como jamás los viera en ser humano, de color sonrosado, llena de vida, de inagotadas energías, a pesar de que sus muchos años podían hacer creer que no pertenecía a nuestra generación. Su porte, impreciso, nada más me dio a entender."

La dama ve a Boecio enredado por las musas de la poesía y exclama indignada: 

"¿Es que ahora queréis quitarme a este hombre alimentado con las doctrinas de Elea y de la Academia? Marchad, alejaos más bien de este lugar,.. no es ahora tiempo de lamentos, sino de poner el remedio.”

 "...volví mis ojos para fijarme en ella, y vi que no era otra sino mi antigua nodriza, la que desde mi juventud me había recibido en su casa, la misma Filosofía."

Boecio recuerda sus lecturas:

"Epicuro, preguntó: Si Dios existe, ¿de dónde viene el mal? Mas ¿de dónde proviene el bien si Dios no existe?"

Una vez que Boecio pone en escena a Dios, la dama le pregunta. tú que sabes que Dios es el principio del que proceden todas las cosas, ¿sabes qué es el hombre?

la respuesta viene más adelante;


”Todo el linaje humano procede de un mismo origen. Uno sólo es el autor de todas las cosas: uno sólo el que las gobierna. Él es el que ha dado a Febo sus rayos y a la luna sus cambiantes fases. Él puso al hombre en la tierra y a los astros en el cielo; Él ha encerrado en el cuerpo humano el alma que sacó de las celestes alturas: todos los hombres, por consiguiente, tienen un origen nobilísimo."

Pero si Dios es el Bien y el hombre es nobilisimo, Boecio inisiste: ¿cómo conciliar la bondad divina con la existencia del mal?

El mal no es nada.

"Sólo los sabios pueden hacer lo que quieren; los malvados podrán satisfacer sus gustos, pero nunca llegarán a cumplir sus verdaderos deseos.  Hacen, en efecto, cuanto les agrada, imaginando así alcanzar el bien que apetecen en aquello que les deleita; pero jamás logran ese bien, pues la maldad no puede conducir a la felicidad."


"Aquel que se ha dejado transformar por el mal o por el vicio no puede ser considerado como hombre.  al entregarse a la maldad ha  perdido su naturaleza humana (deja de ser)."



"(No sólo eso) sino que los malos han sirven de instrumento a la Providencia (divina) para que otros como ellos se hicieran buenos. la Providencia los conduce a todos a través de diferentes pruebas hasta que lleguen a conocerse a sí mismos."

"El poder divino convierte el mal en bien, cuando de él se sirve sabiamente para obtener efectos buenos."


"Que Providencia y Destino no son la misma cosa se comprenderá claramente examinando con los ojos del espíritu la esfera de influencia de cada una. Porque Providencia es la razón divina en sí misma, que residiendo en el supremo principio universal, todo lo dispone; mientras que el Destino, inherente a todos los seres mudables, regula sus manifestaciones y es el nexo por el cual la Providencia relaciona todas las cosas, situándolas en su propio lugar."

Boecio hace en este punto un esfuerzo intelectual importante por hacer compatibles providencia, destino, azar y libre albedrío. La presciencia divina. su conocimiento de lo que va a suceder, no depende de que los actos sean o no necesarios, es una facultad de la inteligencia divina que no depende del objeto que se conoce sino que es algo propio del sujeto, de Dios. 


”La razón es privilegio de la raza humana y la inteligencia lo es de la divinidad."

"Dios goza de un eterno presente, su ciencia, elevándose por encima de todo movimiento del tiempo, conserva la simplicidad del estado presente; y abarcando el curso infinito del pasado y del futuro, considera todos los acontecimientos en su conocimiento simplicísimo como si sucedieran en el presente."



La inteligencia le permite a Dios distinguir a los buenos de los malos y premiar a unos y castigar a otros. Premios y castigos que son merecidos en tanto que la actuación de unos y de otros es libre.


 Intelligo ut credam


El consuelo de la Filosofía es  para Boecio el consuelo que procede de saber que el mal no existe realmente, que todo lo que sucede responde a una proyecto en el que todo encaja. Este conocimiento es el que él deduce del estudio y de un trabajo de síntesis de lo que escribieron y dijeron los sabios que vivieron antes que él.

El consuelo tiene su asiento en la razón filosófica. La relación entre fe y razón (Credo ut intelligan) que traba filosofía y teología y que destaca la coherencia y no incompatibilidad entre ellas será una de las formas en que ambas se relacionarán en la Edad Media. En el caso de Boecio, la filosofía es previa a la fe por lo que la formula puede expresarse invirtiendo los términos: intelligo ut credam.

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