martes, 9 de septiembre de 2025

EROS Y CIVILIZACIÓN DE MARCUSE EN MAYO DEL 68. ARQUEOLOGÍA WOKE. LA SOCIEDAD DEL CANSANCIO DE HAN.


Eros y Civilización, de Herbert Marcuse, se había publicado más de diez años antes de mayo del 68. No era un texto reciente y ya estaba asimilado por un par de promociones de universitarios. Sin embargo, era un libro que había que leer y que los estudiantes del 68 llevaban bajo el brazo como muestra de que estaban al corriente de la cosas y que sabían por lo que estaban luchando.

El hombre Unidimensional era más reciente (de 1964), y trataba temas como la racionalidad tecnológica instrumental; pero era Eros y Civilización el que tocaba temas centrales para los estudiantes del 68: la sociedad es represiva, tiene un excedente represivo innecesario; debemos eliminar ese excedente y será como liberarnos de un peso insoportable.



¿Qué nos queda de ese impulso? ¿Forma parte Marcuse de la arqueología woke?


López Sáez M.C. (2024)

El Subtítulo de Eros y Civilización es muy revelador de la intención del libro: una investigación sobre Freud.

En realidad, trata de dar una respuesta al pesimismo de Freud, para el que la contención que implica la cultura, como principio de realidad, ego, está justificada para contrarrestar los instintos, esto es, el principio de placer.

Marcuse justifica que la represión cultural presente en la sociedad actual es excesiva. No es una necesidad biológica. Se corresponde con un devenir histórico que nos ha llevado hasta aquí, pero las cosas pueden ser de otra manera. Lógicamente la buena nueva es muy bien recibida.

Marcuse introduce dos nuevos principios: el excedente de represión y el principio de actuación (rendimiento).

De estos principios resulta que las instituciones capitalistas han introducido controles cada vez mayores, por encima de la represión básica instintiva.

(Aquí la clave interpretativa y que nos da la pista para entender lo que pasó entonces y lo que sigue pasando ahora es la palabra capitalista).

El problema tiene solución, (de acuerdo con el plan de Marcuse) operando sobre los dos lados. Por un lado, con un trabajo no enajenado (una versión más suave que la del ataque directo a las instituciones capitalistas, que incluso podría considerar que el trabajo enajenado es también en el que se produce para el Estado). Por el otro lado, con una sexualidad no des-sublimada.



Sobre cómo ha de implementarse esta solución, Marcuse va evolucionando desde un cierta confianza en la tecnología hacia una necesidad de revolver la cultura. En 1972 está ya abogando por una cierta feminización del hombre (aquí es donde empezaría a verse la arqueología de lo woke).

López Sáez propone dar aquí un salto hasta 2012, para encontrarnos con Byung-Chul Han y la Sociedad del Cansancio.

Aceptando esa propuesta descubrimos que, a partir del 2012 el libro de Han, filósofo coreano-alemán, tuvo bastante repercusión y numerosos comentarios.

¿Por dónde va la crítica de Han a la sociedad actual?

Estamos asistiendo a la instauración de lo idéntico en todo. A un ideal de libertad moderna, tamizado por las lógicas del trabajo, el éxito y el rendimiento. Una libertad que implica obligaciones consigo mismo. De ahí el cansancio.

Frente a este cansancio se propone el sosiego, el recogimiento, la contemplación, como antípodas de la sociedad del rendimiento.



Pero hay otro cansancio, el cansancio fundamental; el de no-hacer-haciendo: cansancio creativo y contemplativo; que quiebra la temporalidad productivista e invita a la productividad del juego, la inspiración, el aburrimiento, la rabia y la paciencia: todo lo que la sociedad del rendimiento desprecia.

Henos pasado pues de la crítica explicita a las instituciones capitalistas, a la crítica más sutil a la sociedad del rendimiento que a la que estas abocan. De soluciones en las que se pretende un trabajo no enajenado y una sexualidad no reprimida, a soluciones en las que se juega, se crea, se contempla o se recoge.

(La palabra más atípica es aquí la referencia al juego: se juega. No se puede menos que recordar que juego y niño son en griego lingüísticamente afines. ¿ Se está proponiendo aquí un infantilización de la sociedad?¿En qué sentido?: sed como niños, nos dice una cita evangélica).


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el filósofo coreano-alemán Byung-Chul Han
ha sugerido una interpretación singular del presente de las sociedades
occidentales en el capitalismo, la que nombra como la sociedad del
rendimiento. Para este autor, el rendimiento, la autoexplotación o la
sobreabundancia de positividad son rasgos centrales para comprender
la actualidad del mundo; en siete apartados y setenta páginas, expone
los argumentos justificatorios de su lectura y propuesta de comprensión,
acudiendo a una interpretación crítica de los postulados de algunos autores
representativos de las ciencias humanas y sociales, para luego exponer las
tesis de lo que él llama la sociedad del cansancio, que le da el nombre a su
libro, y, al tiempo, a su propuesta frente a las vicisitudes del capitalismo

contemporáneo
el filósofo coreano-alemán Byung-Chul Han
ha sugerido una interpretación singular del presente de las sociedades
occidentales en el capitalismo, la que nombra como la sociedad del
rendimiento. Para este autor, el rendimiento, la autoexplotación o la
sobreabundancia de positividad son rasgos centrales para comprender
la actualidad del mundo; en siete apartados y setenta páginas, expone
los argumentos justificatorios de su lectura y propuesta de comprensión,
acudiendo a una interpretación crítica de los postulados de algunos autores
representativos de las ciencias humanas y sociales, para luego exponer las
tesis de lo que él llama la sociedad del cansancio, que le da el nombre a su
libro, y, al tiempo, a su propuesta frente a las vicisitudes del capitalismo
contemporáneo





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