jueves, 15 de febrero de 2018

POLIBIO Y EL CIRCULO DE LOS ESCIPIONES. EL RÉGIMEN POLÍTICO COMO CAUSA DE LA HEGEMONÍA (¿Y LA VIOLENCIA EXTREMA?)

Resultado de imagen de historias de polibioLa obra de Polibio es un homenaje a sus amigos romanos. Mientras que autores como Panecio o Posidonio tratan de infundir en los nuevos dueños de la Tierra los preceptos éticos de la filosofía helénica, Polibio es un griego que llega a Roma como rehén a los 40 años, pero que entra a formar parte del círculo de los Escipiones y admira la potencia de Roma y reflexiona sobre las causas de tan inaudita ascensión y acumulación de poder.

Presenta en sus Historias una Roma idealizada de la que destaca su sistema político.

Polibio percibe el régimen político romano como un constitucionalismo mixto; con lo mejor de una monarquía, de un régimen aristocrático y de una democracia. 

Este mensaje sin duda resultaba muy aceptable para el círculo de los Escipiones (al que debía su estatus).

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Su relato comienza con la narración del auge de Roma desde la Primera Guerra Púnica, buscando los primeros principios (causas) que la llevaron a dominar al resto de pueblos mediterráneos. Polibio trata de aportar en su investigación una justificación de por qué llegó Roma a acumular tanto poder. 

Así concluye el Libro V: 

Expondremos a continuación que fue la peculiaridad de su sistema político (y no otra cosa) la causa más importante que permitió a los romanos […] vencer a los cartagineses y concebir el proyecto de la conquista del Universo”.

El interés de su investigación está por lo tanto en buscar la causa de la situación hegemónica que ostenta Roma, y con ello, y más importante, sentar las bases para poder decir si esa situación puede ser sostenible en el futuro. 

Como la conclusión es que la fuerza de Roma procede de su régimen político, entonces la hegemonía podrá ser mantenida mientras que ese régimen permanezca.
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Polibio estructura el libro VI, en el que se ocupa exhaustivamente de esta cuestión, de la siguiente manera:

1. Una introducción y breve descripción de la fundación de Roma.

2. Presentación de los diferentes tipos de gobierno simples y de sus respectivas degeneraciones. Concepto de anaciclosis (los ciclos de Platón) y elogio de la idea de un régimen mixto.

3. En los capítulos sexto y séptimo analiza propiamente la constitución romana.

4. Entre el capítulo octavo y el decimotercero describe la organización militar del ejército romano.

5. Del capítulo decimocuarto al decimoséptimo, Polibio describe y compara con la constitución romana, otras constituciones similares de su época.

6. Por último, el autor hace una conclusión sobre el futuro que, en su opinión, puede deparar a la República Romana.


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LAS FORMAS DE GOBIERNO EN LA HISTORIA DE ROMA DE POLIBIO

Autor: Jorge Sierra Narganes 
Tutor: Evaristo Palomar Maldonado
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El ciclo de los regímenes políticos

En la obra aparecen mezclados constantemente dos planos: el teórico y el práctico. En el Libro VI ocurre del mismo modo, y de la misma manera que expone los diferentes modelos políticos, da ejemplos o realiza comparaciones y análisis que hace de diversos sistemas mixtos, siendo éstos el culmen de su idea política. Es decir, no escribe sólo de teoría política, de cómo deben ser las constituciones, su funcionamiento, etc., sino también del desarrollo histórico del ejercicio del poder en una forma determinada de gobierno en un momento concreto. De este modo crea su clasificación respondiendo siempre a dos preguntas: quién gobierna y cómo se gobierna.

Polibio cree que lo más probable es que en un principio los hombres deberían haberse juntado en una grey a manera de animales, dejándose conducir de los más fuertes y poderosos: 

"Mientras la autoridad se mide por las fuerzas, se llama monarquía”.

Si bien la monarquía, gobierno de uno solo basada en la fuerza, es una forma corrupta en sí, cuando pasa a fundamentarse dicho gobierno en la justicia y la razón, se denominará realeza

(Parece que hace aquí una trasposición del vocabulario de Aristóteles:  de tiranía en monarquía y de monarquía en realeza). 

Los buenos reyes se ocuparán de fortificar puestos ventajosos, rodearlos de murallas y extender sus dominios, de modo que puedan ellos proporcionar riquezas a todos sus súbditos. Además, añade que mientras se ocupan de estos quehaceres, no deberían distinguirse excesivamente del resto de ciudadanos en cuanto a la vestimenta o a la mesa, presentándose como uno más entre todos ellos: ¿Filipo de Macedonia?.

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Filipo de Macedonia. Primero rey y después tirano.
La contrapartida de la realeza es la tiranía que surge de la corrupción de ésta. Para Polibio, indefectiblemente los sucesivos reyes acaban por encontrarse con todo lo concerniente a la seguridad cubierto, el Estado consolidado, los límites bien definidos y defendidos; y teniendo aún más de lo que necesitan, para satisfacer las necesidades de la vida. Es entonces cuando comienzan a desviarse los príncipes y a corromperse la realeza (Filipo de Macedonia en la segunda parte de su gobierno ).

El pueblo se constituye en una masa informe, en multitud, es una fuerza sin control, siendo sus deseos canalizados por unos pocos, los personajes más ilustres y cercanos al tirano, que encabezan la subversión. “Abolida hasta la sombra de reino y monarquía, pasa a fundar y establecer la aristocracia. El pueblo, reconocido a los que le han liberado de los monarcas, se entrega sin reflexionar su conducta, y les fía sus personas”. (El régimen aristocrático puro es más bien para Polibio un expediente teórico).

Pero las mismas pasiones que arrastraron a los reyes a ser malos gobernantes, vuelven a corromper a los aristócratas, que pasan a convertirse en oligarcas, logrando el mismo fin al que llegaron los tiranos.

El final del sistema es violento y, de este modo, se inicia una revuelta que acabará con la muerte de algunos de los gobernantes y el destierro de otros. El paralelismo de esta rebelión con la que acontece para derrocar a los tiranos es similar hasta el punto que Polibio describe en ambas la importancia de los individuos (líderes o cabecillas) que se ponen al frente de la protesta y canalizan al pueblo enfurecido contra sus gobernantes, tratándose en el primer caso de aristócratas y en el segundo de ciudadanos particulares que reclaman los derechos que les han sido suprimidos.

Ante tal situación, los ciudadanos deciden establecer lo único que les queda por probar, esto es, confiar la soberanía en ellos mismos. Así se engendra la democracia (el ejemplo es la Liga aquea).

Mientras quedan gentes que sufrieron y recuerdan la insolencia y despotismo del gobierno anterior se procura guardar la libertad e igualdad. Sin embargo, “suceden jóvenes, entra el gobierno en manos de sus nietos, y ya entonces la misma costumbre desestima la igualdad y la libertad. Así que, con el tiempo, los principios que inspiraron la democracia se olvidan: acostumbrada la plebe a mantenerse de lo ajeno y a fundar la esperanza de subsistencia sobre el vecino; si a la sazón se la presenta un jefe esforzado, intrépido y excluido por la pobreza de los cargos públicos, se asocia con él, se entrega a los últimos excesos, y todo son muertes, destierros y repartimientos de tierras".

Resultado de imagen de olas del marLas masas populares son fáciles de manejar mediante el uso de sátiras o comedias políticas, medios populistas y demagógicos de unos pocos para influenciar al pueblo: “la muchedumbre es fácil de guiar y puede ser movida por la más pequeña fuerza. Por eso sus agitaciones ofrecen una prodigiosa semejanza con las de las olas de mar”. (Aquí sospecha Polibio que los dioses son inventados para calmar a las masas llenándolas de temores, en la línea de Epicuro).

La situación continuará, “hasta que al fin encrudecida la plebe vuelve a hallar señor y monarca que la domine".

¿Es este ciclo inevitable?

Resultado de imagen de barco vientoPolibio encuentra en el legislador Licurgo la solución a estos problemas. Éste formó la república espartana aunando lo mejor de cada una de las formas previamente mencionadas y recogiéndolas en instituciones que formaran su estructura de gobierno. Dicha estructura estaba constituida de modo que cada una de estas instituciones se contrapesasen entre ellas “para que la una no hiciese ceder ni declinar demasiado a la otra, sino que todas se hallasen en equilibrio y balanza, a la manera del barco que por todas partes es impelido igualmente de los vientos” . 

(La referencia no es pues Atenas sino Esparta y en la medida que Polibio está pensando en Roma, de los puntos débiles del sistema espartano, así como también de los de Cartago, que deben ser evitados, puede tomar nota Roma, que tiene la fortuna de gozar de un sistema prácticamente perfecto y no debe caer en los errores de aquellas. La democracia ateniense no es un modelo que Roma deba seguir, pues llevó a Atenas a la derrota). 

¿Cuáles son la virtudes del gobierno de la República Romana?

Resultado de imagen de senado y pueblo de romaEl gobierno de la República Romana está refundido en tres cuerpos, en tres fuerzas que son las representativas de los tres elementos sociales que viven en cualquier Estado y, por tanto, son los motores de la actividad política. 

Polibio es de la opinión de que lo que caracteriza a Roma es que en este sistema “se encontraban tan equilibrados y bien distribuidos los derechos entre ellos, que nadie, aunque sea romano, podrá decir con certeza si el gobierno es aristocrático, democrático o monárquico”. De este modo, si se atiende al poder de los cónsules, éstos representarán el poder real o monárquico de la constitución. El Senado de Roma es la rama aristocrática del gobierno. Por último, el pueblo tendrá poder en la toma de decisiones a través de las asambleas populares y comicios, representando el elemento democrático.

¿Es realmente equilibrado el régimen republicano?

Polibio así lo defiende, pero enmascara que el verdadero poder está en el Senado. 

Lo más grave no obstante es que no pone al descubierto que el poder de Roma no se fundamenta en el régimen mixto sino en la economía expansiva que se apoya en el esfuerzo militar: El botín, las indemnizaciones de guerra y los tributos pagados por las provincias, enriquecieron a la República y a los particulares (senadores). 


Quedan sin exponer numerosas desigualdades. Los miembros de la clase senatorial acapararon todas las tierras conseguidas, que conformaban el ager publicus del Estado, en base a la premisa de que sus esfuerzos económicos en las guerras habían sido mayores. Estas tierras eran arrendadas a las clases más pudientes para su explotación, lo que debería reportar ingresos al Estado y repercutir sobre el pueblo. No obstante, en muchas ocasiones, los pagos ni siquiera llegaron a realizarse. Los caballeros consiguieron el poder para administrar la explotación de los bienes públicos de las nuevas provincias.


Los principales movimientos por los que se intentó modificar la situación vinieron de la mano de los magistrados encargados de defender a las clases más bajas: los tribunos de la plebe


Polibio no trata con profundidad la figura de estos cargos, que no encajan bien en el régimen mixto, pero que sí responden, sin embargo, a su análisis de los ciclos puesto que serían esos cabecillas que hacen pasar del régimen aristocrático al régimen democrático. 

Ahora bien, si lo que quiso decir Polibio es que el régimen misto romano bloquea el proceso cíclico, entonces puede que tuviera razón en la parte en que queda impedido el advenimiento del régimen democrático. 

En este escenario, Tiberio Sempronio Graco, como tribuno intentó promover reformas en el reparto de tierras con el objetivo de crear una clase media de campesinos.

El conflicto, a pesar de las salvaguardas que se supone que tiene, surge de todos modos: mueren Tiberio y Cayo Graco. El senado sale reforzado. Del lado de los senadores lidera Escipión Emiliano (héroe en Hispania y en la tercera guerra púnica). Escipión muere en extrañas circunstancias no investigadas. Es el año 129 a. de C. (un hecho que ya conoce Polibio).

Con todo, el poder de la clase aristocrática se irá difuminando hacia el final de la República.  Las clases senatoriales, divididas en los partidos de los populares (Mario) y los optimates (Sila), favorecen la subida al poder de otros personajes lo que rompe el frágil equilibrio constitucional. 

Nos encontramos en el principio del final de la República, que tras la Primera Guerra Civil Romana se hace más patente a partir de la concesión a Pompeyo de poderes extraordinarios con el imperivm proconsular y, posteriormente, por la creación del Primer Triunvirato con César, Pompeyo y Craso.

En el esquema de los ciclos, lo que se ha saltado es el paso por la democracia, pero se cumple finalmente la caída en la monarquía a pesar de que supuestamente el aparato constitucional romano lo impedía, en la visión de Polibio.

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La pregunta que no parece formularse Polibio, o al menos explícitamente, es si realmente la causa de la hegemonía de Roma esta sólo en su régimen político. ¿Acaso la violencia extrema ejercida por las legiones sobre otros territorios no tiene nada que ver con la hegemonía romana sobre el Mediterráneo?
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