lunes, 9 de junio de 2014

RESERVAS DE COMBUSTIBLES FÓSILES. TEORÍA OLDUVAI

De acuerdo con lo datos divulgados por la agencias oficiales, no hay que preocuparse demasiado por las reservas de combustibles fósiles, al menos en los próximos cuarenta años.

Sin embargo, el tema de las reservas está  muy abierto a la especulación. En última instancia, las cifras de  los países productores de petróleo (OPEC) proceden de los datos que ellos suministran. De hecho, el aumento habido en las reservas probadas se debe a nuevos cálculos hechos por los países de la OPEC.

Ciertamente, la respuesta a la pregunta de cuánto petróleo queda en tal o cual país es de conocimiento esencial  para prever el futuro del comercio del petróleo y para la consideración de la posición estratégica de dicho país en la escena internacional. 

Las respuestas a tales preguntas son consideradas secretos de estado y, por lo tanto, la oscuridad del asunto contribuye a que se generen hipótesis especulativas con mayor o menor fundamento.

Ya en los años setenta, El Club de Roma y el MIT se ocuparon del problema de los límites del crecimiento, en un texto muy divulgado al que han seguido varias ediciones con nuevos datos en las décadas siguientes.

Los límites que se invocaban se referían ya  básicamente a la capacidad del  medio natural para suministrar energía y para soportar los residuos resultantes de los procesos en los que se genera la energía.

En el año 2000,  RICHARD C. DUNCAN incidió también sobre este tema, esta vez con datos específicos referidos a la relación entre crecimiento del consumo de energía y crecimiento de la población.

Sobre la base de estos datos, DUNCAN elaboró una teoría que denominó Teoría de Olduvai.

(El nombre de Olduvai procede del hallazgo  arqueológico de un asentamiento de una civilización basada en la caza  tal como existía en la Tierra hace tres millones de años.  Esta denominación la utiliza Duncan a partir de 1996, para hablar abreviadamente de "La teoría de pulso-transitorio de la civilización industrial").

DUNCAN parte del dato de que el ratio entre producción de energía procedente de combustibles fósiles y el crecimiento de la población, aumentó a un ritmo del 3% anual entre 1930 y 1979; y que a partir de 1979, sin embargo, comenzó a disminuir a un ritmo del  0,5 % anual.El año 1979 representa entonces, según este punto de vista, la cúspide tecnológica la civilización actual. 

La teoría predice que hacia el año 2030 tendremos una tasa de producción de energía similar a la de 1930. Ese momento se podrá considerar el fin de la civilización tal como la conocemos.

Los primeros signos del colapso serán una serie de apagones generalizados (que se preveían para el año 2012), por falta de energía eléctrica suficiente. Será el principio de una vuelta a una forma de vida parecida a la de la Edad Media, solamente un paso más hacia la forma de vida de la Edad de Piedra, es decir, al modo en que vivían los pobladores del asentamiento de Olduvai, hace tres millones de años.


El pico de Hubert


Uno de los fundamentos en los que se basa la teoría es el alcance del cénit del petróleo que tiene que ver con la Teoría del Pico de Hubbert.

DUNCAN utiliza los análisis del geólogo WALTER YOUNGQUIST, basados a su vez en la observación de que la producción de energía aumentó un 4% en el periodo 2003-2004, en el año siguiente aumentó el 1,1%,  y al siguiente el 0,17%. 

Según esta fuente, desde 1986, Los Estados Unidos, que marcan por adelantado la evolución global del planeta, están utilizando el carbón como fuente primaria, después de haber utilizado el petróleo como fuente primaria entre 1951 y 1986. 

El consumo global de energía  está también  marcado por los Estados Unidos. Desde 1998 se observa un decrecimiento del 0,6% anual en la producción per capita. De acuerdo con estas observaciones, las economías emergentes podrían estar aplazando, se decía, hasta el año 2012 un declive mundial.

La teoría tiene desde luego críticos[4] que la consideran una exageración, o pero aun, distorsión mal intencionada. Se critica, por ejemplo, que no se  tienen en cuenta algunos datos que no la apoyan, y que, en realidad, la teoría beneficia a aquellos que pretenden vender más caros los recursos energéticos, y que no tiene en consideración la innovación tecnológica que puede mejorar la eficiencia, ni tampoco las energías alternativas.

Finalmente, el año 2012 no fue tan catastrófico como predecía la teoría, pero ¿Es la teoría Olduvai una simple exageración?

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Una visión contraria basada en la teoría de la conspiración:

LINDSEY WILLIAMS (1980), en “Energy non-crisis”: la supuesta crisis energética es un invento del gobierno federal para controlar a los americanos. 

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Un apoyo a la teoría: la ASPO


La ASPO (Association for the Study of Peak Oil and Gas)  (peakoil.net) agrupa a una red de científicos con el interés común de determinar la fecha y el impacto del cénit y declive de la producción mundial de petróleo y gas.

La ASPO fue fundada por COLIN CAMPBELL, geólogo retirado de la BP, Ph. D. por Oxford, que escribió junto con JEAN LAHERRERE,  “The coming oil crisis” y “The end of cheap oil”, es quizás la organización más influyente entre las que  defienden la tesis del cenit del petróleo. Los miembros más destacados de ASPO han participado al menos en dos documentales[2], divulgativos de los puntos de vista de la asociación.

Críticas a la ASPO


La ASPO tiene sin sus críticos. MICHAEL C. LYNCH[3], por ejemplo,  afirma que los argumentos en los que se basa esta organización  parten de una descuidada toma de datos. 


Un punto débil de la organización y en el que se apoyan sus críticos es la poca precisión de las predicciones realizadas. El cénit del petróleo se ha ido atrasando y adelantando, dando diferentes fechas. Frente a esta crítica CAMPBELL explica que la variación responde a los mejores datos que se van tendiendo y que lo importante no es saber la fecha exacta sino que este cénit se va a producir efectivamente.


La ASPO en España


AEREN (Asociación para el Estudio de los Recursos Energéticos) es la asociación que representa a la ASPO en España. Su objetivo es analizar y divulgar en España la llegada del cénit y agotamiento de los combustibles fósiles, así como las distintas alternativas viables para efectuar una transición hacia otros modelos energéticos.

Crisis energética es el portal de Internet de la asociación, y el título es indicativo de cuál es su planteamiento y su preocupación principal.

El portal presenta numerosos artículos, noticias e informes relacionados con el tema.

el documento “El mundo ante el cenit del petróleo. Informe sobre la cúspide de la producción mundial de petróleo” fue preparado en 2006 por F. BULLÓN MIRÓ, para AEREN, en el que se expresan los principales puntos de vista de la asociación.

El documento es pesimista respecto a las alternativas que se presentan al consumo de petróleo.

Se muestra escéptico sobre las posibilidades que ofrece el carbón, el gas natural, la fisión y fusión nucleares, pero también  el hidrógeno y los biocombustibles e incluso las energías renovables, de las que dice que son dependientes en última instancia del petróleo que es el que está sirviendo para la fabricación de los costosos materiales necesarios y para la construcción de las infraestructuras aparejadas.

La energía que proporcionan las energías renovables, sigue diciendo, es difícil de transportar y de almacenar y su cantidad varía en función de agentes externos. 

Desde este punto de vista, La única opción razonable es la del ahorro energético, es decir, reducir el consumo total de energía. Algo que reconoce que no está exento de grandes dificultades, que afectan a las empresas, a sectores básicos como la agricultura, o los transportes, y sobre todo, afecta a los países en desarrollo que no aceptan renunciar al aumento de su nivel de renta, para lo cual es necesario  un mayor consumo energético.



El Protocolo de Uppsala y Rimini


La ASPO hace suyo el Protocolo de Uppsala y Rimini de 2003 sobre el agotamiento del petróleo.

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THE UPPSALA PROTOCOL

Uppsala Hydrocarbon Depletion Study Group
Uppsala University, Sweden
www.isv.uu.se/uhdsg


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Este protocolo es un breve documento impulsado por el propio CAMPBELL, siendo profesor visitante en la Universidad de Uppsala, Suecia. Propone que los países exportadores no produzcan por encima de su tasa de agotamiento[4] y que los países importadores reduzcan sus importaciones para ajustarlas a la tasa de agotamiento mundial. 

En la práctica, esto implica una reducción de la actividad económica, razón por la cual esta propuesta está vinculada con el decrecionismo, que tiene precedentes en la ecología profunda y las corrientes new age y tiene vínculos con la economía ecológica.

El principal propagandista del Protocolo de Rimini es RICHARD HEINBERG, periodista, teórico de la espiritualidad new age y lider del Post Carbon Institute.

La propuesta de HEINBERG es la de un primitivismo que se fija como horizonte una sociedad desindustrializada a la que se llegará por la toma de conciencia masiva o mediante una catástrofe que “nos obligará a reconciliarnos con la madre naturaleza y con nosotros mismos”.

De acuerdo con el punto de vista de la ASPO, la vuelta a un estado primitivo (Teoría Olduvai) no es sólo inevitable (Cénit del petróleo), sino también algo deseable (ecología profunda y espiritualidad new age).



[1] COLIN J. CAMPBELL, 
[2] “The end of suburbia”, dirigido por GREGORY GREENE en el año 2004, y  “PetroApocalypse now?”, dirigida por ANDREW EVANS en el año 2008.
[3] MICHAEL C: LYNCH es un consultor especializado en temas relacionados con el petróleo, que ha asesorado al Congreso de los Estados Unidos, al Banco Mundial y la Agencia Internacional de la Energía. En el año 2004 publicó “Oil Suply Security, Does the song remain the same?”
[4] Expresada en un porcentaje de sus reservas.

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EL PUNTO DE VISTA DE LA AGENCIA INTERNACIONAL DE LA ENERGÍA


El principio del fin


El informe de la Agencia Internacional de la Energía del año 2010 (World Energy Outlook 2010) atacaba directamente la pregunta de si estamos ante el principio del fin de la era del petróleo.

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Peak oil revisited. Is the beginning of the end of the oil in sight?  

pág.  125, Cap. 3, WEO 2010

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En su respuesta, la agencia reconoce que el argumento del cenit del petróleo tiene una base inatacable: es un recurso finito.

Pero matiza que los cálculos que normalmente se hacen olvidan el lado de la demanda y que las subidas en los precios  pueden convertir en rentables yacimientos que no lo eran. Olvidan también que  la innovación tecnológica puede abaratar ciertos costes y convertir en accesibles nuevos recursos, venciendo dificultades técnicas.


La fecha del cenit



Dependiendo del escenario de producción y consumo que se considere, se tendrá una fecha u otra para el cenit del petróleo. Una fecha que puede estar, en los escenarios más probables entre el 2020 y el 2030.

Las políticas para combatir el cambio climático pueden hacer que la fecha se adelante. Si los gobiernos hubieran aplicado las políticas a las que ellos mismos se han comprometido, entonces podemos decir que el cenit del petróleo no sólo está cerca sino que  habría llegado ya.

Un fantasma que no ha sido invitado a la fiesta



De todos modos, la parte más interesante del argumento de la Agencia está en el párrafo final , en el que dice que las cosas se pueden hacer bien, y el cenit del petróleo será algo calculado y previsto; o se pueden hacer mal, y entonces nos encontraremos  con él sin haberlo previsto, sin haberlo invitado a la fiesta.

La frase que utiliza la Agencia,y que ha hecho bastante fortuna en la red es: 

The peak in oil production will come then not as an invited guest, but as the spectre at the feast



http://www.worldenergyoutlook.org/media/weo2010.pdf

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Un informe que evalúa los cambios habidos y entre 2008 y 2011, extrapolando los resultados has ta 2025 ( para el entorno del pacífico sur):

Liquid fuels vulnerability assessment 


A review of liquid fuels vulnerability
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 Las fuentes de información convencionales:

¿DE DÓNDE PROCEDEN LOS DATOS QUE SE DIVULGAN?


Los combustibles fósiles son un recurso limitado y no renovable. Como consecuencia, hay que plantearse el problema de las reservas:

¿Cuánto combustible queda? ¿Cómo se distribuye este recurso geográficamente? ¿En qué tipo de  países o territorios se encuentran estas reservas?

El problema de las reservas es un tema antiguo. En los primeros trabajos del Club de Roma, ya aparecía esta cuestión como un factor limitante del crecimiento. El asunto quedó más o menos latente hasta que en tiempos más recientes, a partir del año 2003,  y sobre todo durante el año 2004, ha reaparecido con fuerza, provocando incluso cambios estratégicos importantes en las grandes compañías.

Responder a la cuestión de para cuánto tiempo quedan combustibles fósiles depende evidentemente de la evolución de la demanda esperable de éstos. Reservas y consumo son dos cuestiones inseparables.

La administración norteamericana  hace pública  anualmente, a través de la EIA (Energy Infomation Administation)[1], que depende del Departamento de Energía, la información estadística oficial sobre todos aquellos datos relativos a la energía que considera son de interés público. Entre los numerosos datos que suministra están los valores esperados en el consumo energético mundial.

Además de los datos coyunturales, elabora anualmente un informe que trata de predecir la evolución del sector energético en un horizonte temporal más lejano.

El informe correspondiente al año 2009 (International Energy Outlook 2009), por ejemplo, exploraba el sector en el periodo comprendido entre el año 2006 y el año 2030[2].

En el informe se hacen una serie de predicciones. Por ejemplo, que el consumo de energía  tendrá un incremento del 44% en el año 2030, con respecto al año 2006, corrigiendo en un 2% a la baja el  aumento que preveía el informe realizado en el año 2008 (EIO2008), teniendo en cuenta la coyuntura económica  de menor crecimiento. 

Aunque el informe prevé que durante el periodo analizado el consumo de las energías renovables crecerá a un ritmo mayor que el consumo de combustibles fósiles, éstos seguirán todavía creciendo, y al final del periodo, el porcentaje de utilización de unos con respecto de las otras no habrá variado sensiblemente.

Del mismo modo que el Departamento de Energía norteamericano suministra una serie de datos oficiales sobre la energía, la Agencia Internacional de la Energía[3] (AIE) hace públicos  también sus datos. 

La AIE es un organismo autónomo que se constituyó en noviembre de 1974, dentro del marco de laOrganización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con el fin de poner en práctica un programa energético internacional. Participan en el programa veintiséis de los treinta miembros dela OCDE y entre sus objetivos está, por ejemplo, mantener y mejorar los sistemas necesarios para afrontar  perturbaciones en el suministro de petróleo o promover la colaboración internacional en materia de tecnología energética.

Las cifras que maneja la AIE no difieren, en orden de magnitud, con respecto de las cifras que da la administración norteamericana.

El Departamento de Energía norteamericano, a través de la EIA, y la Agencia Internacional de la Energía (AIE), constituyen las principales fuentes de información oficial sobre el presente y futuro del sector energético internacional.

A estos datos se refieren los analistas de las empresas del sector cuando realizan sus análisis prospectivos, con carácter divulgativo

El  panorama general que se dibuja, según estos datos es el siguiente:

El petróleo seguirá siendo en el futuro próximo la principal fuente de energía primaria en el mundo. Su demanda seguirá creciendo a un ritmo del 1,3%[4] anual acumulativo hasta el 2030. El carbón también verá aumentada su demanda a un ritmo del 1,8%. En el caso del carbón el incremento se producirá  especialmente en la generación de electricidad.

Puesto que el carbón es el combustible fósil con mayor intensidad de carbono y por ello es el más contaminante en términos relativos, el reto tecnológico estará en el desarrollo de nuevas tecnologías y procesos destinados a aumentar la eficiencia y reducir el impacto ambiental de la extracción, la preparación y utilización del carbón[5].

El gas natural es el combustible fósil, en principio, más limpio y el que ha tenido mayor crecimiento en los últimos veinte años.  Hasta el 2030 se prevén aumentos del 70% sobre el consumo actual, debido, sobre todo, al incremento en la utilización del gas natural en la generación eléctrica con ciclos combinados.

¿Son éstos los únicos datos que manejan la industria y los gobiernos?







[1] La EIA dispone de una página web en la que pone a disposición pública gran cantidad de información: http://www.eia.gov/
[2] El informe correspondiente al año 2013 ya  extiende las previsiones hasta el año 2040.
[3]  La Agencia internacional de la Energía (International Energy Agency),  dispone de una página web divulgativa de su actividad y de la información que genera: http://www.iea.org/
[4] El 60% de ese incremento se deberá a la actividad de transporte en países como China o La India,
[5] Actualmente están disponibles comercialmente  procesos de lavado, secado y briqueteado del carbón que reducen las emisiones de dióxido de carbono en un 5%, en las fases de preparación del producto. También está generalizado en todo el mundo el uso de plantas que mejoran la eficiencia. Existen incluso tecnologías avanzadas que pueden reducir los niveles de emisiones de dióxido de carbono en un 25%. El reto se encuentra en el desarrollo del conjunto de innovaciones tecnológicas que se conoce como captura  y almacenamiento de dióxido de carbono,  cuyo objetivo es reducir las emisiones prácticamente a cero.


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