-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------La Sabiduría Griega.
Dionisos, Apolo. Eleusis, Orfeo, Museo, Hiperbóreos, Enigma.
Giorgio Colli
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Colli fue profesor de Filosofía Antigua en la Universidad de Pisa, y es sin duda una de las figuras filosóficas más relevantes de la segunda mitad del siglo XX. Perfecto conocedor de la filosofía griega y de la historia de la filosofía occidental, su trabajo de filólogo e historiador le llevó a ser editor de la obra completa de Nietzsche, y a traducir y editar el Organon de Aristóteles y la Crítica de la razón pura de Kant. Además de su importante Filosofía de la expresión (1969), entre sus libros destacan Después de Nietzsche (1974) y Escritos sobre Nietzsche (1980), fruto de su frecuentación del filósofo alemán, y los que se mueven en el ámbito de la filosofía griega, como El nacimiento de la filosofía (1975) o la obra en tres volúmenes, la Sabidruría Griega, a la que dedicó los últimos años de su vida.
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Diónisos es el dios de la contradicción, de todas las contradicciones — así lo demuestran sus mitos y sus cultos— o, mejor dicho, de todo lo que, manifestándose en palabras, se expresa en términos contradictorios. Diónisos es lo imposible, lo absurdo, que se convierte en realidad con su mera presencia. Diónisos es vida y muerte, alegría y tristeza', éxtasis y congoja, benevolencia y crueldad, cazador y presa, toro y cordero, macho y hembra, deseo y desasimiento, juego y violencia. Pero todo ello en el momento, en su interioridad de un cazador que se lanza inmisericorde y en la fragilidad de una presa que se desangra hasta morir; todo como una vivencia única e indivisible, sin antes ni después, con una plenitud alocada en los dos extremos.
Apolo es el dios de la sabiduría de modo explícito y pacífico. Efectivamente, en el ámbito arcaico, la plenitud del conocimiento, la presunción de conocer, pertenece sólo al arte adivinatoria; y este arte es un don de Apolo. Ya lo dice Homero a propósito de Calcante: «Conocía lo presente, lo futuro y lo pasado» En cuanto a Diónisos, ya hemos dicho que la sabiduría es la suma de su ser, que la presunción del conocimiento es uno de los rasgos de su naturaleza: la sabiduría es la imposibilidad plenamente real que reside en él, no una cosa que él conceda a los demás, que él transmita fuera de sí. Apolo, en cambio, concede la sabiduría a los hombres o, mejor dicho, a un hombre, pero él se mantiene a distancia, él es el dios «que hiere de lejos». Pero su sabiduría no es la que comunica fuera de sí, porque él posee «la mirada que conoce todas las cosas» mientras que la sabiduría que él concede está compuesta de palabras, y por eso es algo que concierne al hombre.
De aquí se deduce claramente que entre los dos dioses existe, por una parte, una profunda afinidad —por la estrecha relación que ambos mantienen con la sabiduría— y, por otra parte, una innegable antítesis, tanto en su carácter como en su modo de manifestarse.
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