SABER Y PODER

Genealogía del poder en los imperios antiguos


Karl A. Wittfogel  publicó en 1957 un  tratado que tituló “Oriental ” .  Su objetivo era demostrar la especificidad de lo que Marx denominó modo de producción asiático, y también, que el comunismo de la Unión Soviética respondía a ese modelo, y que por lo tanto, el totalitarismo era de algún modo consustancial con el régimen soviético, en tanto que lo era al modo de producción asiático. 

En su argumentación utilizó gran cantidad de información y estudió el detalle de los mecanismos causales que contribuyeron a la centralización del poder.



El saber de Tales


Aunque las fuentes de información sobre los filósofos presocráticos son escasas y casi siempre indirectas, podemos hacernos una idea aproximada de cuáles eran los conocimientos de Tales, gracias al exhaustivo análisis de los pocos datos existentes, que entran bajo el apartado de citas y testimonios..

Un trabajo que sigue siendo extraordinariamente interesante es el que hicieron Kirk, Raven y Schofield, entre 1957 y 1983, publicado en inglés por Cambridge University Press, y en castellano por la editorial Gredos. 





La escuela pitagórica


Realmente lo que se sabe con certeza de la escuela pitagórica es bastante poco. Pero la investigación filosófica ha logrado reconstruir bastantes datos verosímiles sobre ella.

De esa investigación se deduce que la escuela tenía un programa con un vínculo muy estrecho entre saber y poder.

Se puede rescatar, porque viene al caso, un texto de Gustavo Bueno: La metafísica presocrática, Pentalfa, Oviedo 1974).




Platón en Siracusa


Sobre Pitágoras y la escuela pitagórica sabemos realmente muy pocas cosas con certeza. Sin embargo, sobre Platón sabemos bastante. Al menos, sabemos lo que él mismo cuenta, especialmente en las cartas.

La más citada, y la más extensa, es la carta VII en la que cuenta sus tres viajes a Siracusa, en Sicilia, y expone lo que piensa sobre la  participación de los filósofos en política.

La razón principal de sus viajes y de su implicación en los asuntos de Siracusa es la voluntad de no ser recordado por no haber intentado el paso del pensamiento a la acción; una acción dirigida hacia el objetivo de conseguir una sociedad  guiada por la virtud y no por "la molicie y el despotismo".

Lo cierto es que no tiene éxito en su empresa. Muy al contrario, acaba con el destierro y muerte de su amigo Dión,  y con el dolor añadido de ser acusados de conspirar contra Dionisio de Siracusa distrayéndole de su tarea de gobernar por el medio de tenerle absorto con la filosofía.

Pero qué es eso que Platón quería transmitir a Dionisio y a los siracusanos y que no pudo lograr.

En lo personal, el dominio de uno mismo. En eso parece que consiste la virtud para Platón: conocerse  a uno mismo para poder tener el control y el dominio los actos. También rodearse de amigos fieles que persigan asimismo la virtud

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Alejandro y Aristóteles


La protesta de Alejandro


Cuenta Plutarco que la primera vez que Aristóteles hizo público un texto esotérico, con contenidos que se explicaban sólo a los discípulos ya iniciados, recibió la protesta de Alejandro. Si publicas estas cosas, le dijo Alejandro, en qué nos vamos a distinguir nosotros de los otros si los discursos en los que nos has instruido van a estar al alcance de todos.

Aristóteles se defiende diciendo que a pesar de haber sido publicados, estos discursos están editados y no editados, porque están escritos en un modo que sólo sirven a  los discípulos previamente adoctrinados.

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Aristóteles y la retórica política


A pesar de que Aristóteles piensa que para demostrar algo es necesario el silogismo; en política, es más útil persuadir que demostrar. La persuasión pertenece a la retórica, mientras que la lógica es el instrumento de la ciencia.
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La necesidad de persuadir tiene su origen en el desacuerdo en el que se vive habitualmente en las  sociedades humanas. Hay desacuerdos sobre casi todo, y para llegar a tomar una decisión sobre algo tiene que suceder que algún grupo llegue a convencer a la mayoría de qué es lo que hay que hacer.

Aristóteles dedicó no poco esfuerzo al estudio del poder de persuasión. Puso las bases para el estudio de la retórica que definió como la  facultad de observar en cada caso cuales son los medios disponibles para persuadir.



Carnéades en Roma


Cuenta Plutarco que en el año 154 a. de C., el académico Carnéades, el estoico Diógenes de Babilonia y el peripatético Critolao marcharon a Roma, como embajadores para hacer de abogados de Atenas, Los tres filósofos son enviados a Roma para defender los intereses de Atenas en una pugna con otra ciudad griega en la que Roma, ejerciendo de arbitro, había intervenido y sancionado a Atenas con una multa de quinientos talentos.

Durante el tiempo que duró su embajada dieron conferencias a las que la juventud romana acudió en tropel. Cuénta también  que Carnéades pronunció un día un discurso en elogio de la Justicia, ganando todos los sufragios, y que al siguiente combatió con igual fuerza y éxito aquella virtud, y refutó victoriosamente su discurso de la víspera.









Filón de Alejandría ante Cayo Calígula

Los judíos alejandrinos constituían la comunidad  más importante de la diáspora. Su arraigo en tierra egipcia había comenzado en tiempos remotos, concretamente después de  la caída del reino de Judá, en el siglo VI a. C. Grupos numerosos de judíos emigraron hacia el sur huyendo de la dominación babilónica para radicarse en diversos lugares del país en el que, según la tradición bíblica, ya habían residido sus lejanos antepasados en los tiempos patriarcales. 

Durante el periodo tolemaico el número de judíos de Egipto se multiplicó considerablemente. Tolomeo I trajo como prisioneros a muchos de ellos en una de sus campañas. Otros llegaron como mercenarios o simples inmigrantes, y, según parece, el total de radicados sobrepasaba el millón en el siglo I a. C.

Alejandría se convirtió así en uno de los más importantes centros demográficos del pueblo judío y en ella los judíos constituían uno de los tres núcleos más numerosos de la población urbana, que se completaba con griegos y egipcios. 

Gradualmente adoptaron la lengua griega, olvidando el hebreo, aunque algunos lo siguieron hablando hasta fines del siglo n a. C (el papiro Nash, que contiene el Decálogo y el comienzo del Shema en hebreo). Pero, como la mayor parte de los hebreos alejandrinos, además de los conversos a la religión judaica de otras nacionalidades, lo ignoraban y por ello no tenían acceso a la lectura de las Escrituras, se procedió en tiempos de Tolomeo II Filadelfo a traducirlas al griego (versión de los Setenta)

En el siglo I, bajo la dominación de Roma, eran posibles dos tendencias entre los judíos alejandrinos: borrar barreras y asimilarse completamente al resto de la población, o practicar un categórico aislacionismo y operar separadamente incluso en las gestiones ante Roma. Pero en esa partida, los judios no jugaban solos. Griegos y egipcios mueven ficha.

En tiempos del emperador Calígula, en el año 40 d. de C.,la población griega y egipcia de Alejandría, muy hostil a los judíos, pide que se coloquen estatuas del emperador en las sinagogas; con ello pretenden exponer a los hebreos a la ira del emperador y, al mismo tiempo, atraerse las simpatías de éste mediante una forma de adulación que juzgaban de su gusto. Ante el riesgo de verse acusados de lesa majestad, los judíos enviaron una embajada a Roma para suplicar al emperador la exención de tal culto; la misión, pues, resultaba extremadamente difícil y peligrosa. En Roma, los embajadores no fueron recibidos inmediatamente, y hasta quizá no lo fueron nunca; diferida la audiencia de un mes a otro, hubieron de soportar vejaciones e insultos de todo género. Sin embargo, al final, y es de creer que por los méritos de Filón, lograron cierta tolerancia, de momento.

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Eusebio de Cesarea y Constantino el Grande


No es difícil imaginar que las biografías de muchos personajes históricos están construidas. Lo es aun menos en el caso del emperador Constantino, en tanto que es durante el tiempo en que él fue emperador cuando se produce la consolidación del catolicismo. Sin embargo, lo que no es frecuente es tener información sobre cuándo se hizo la construcción, quiénes la hicieron, cómo y por qué.

La Vita Constantini, de Eusebio de Cesarea, es la base de la imagen del emperador Constantino que se fue formando a través de los siglos, constryendo un mito que aún subsiste y cuyas características se pueden bucear en tres puntos clave: la conversión, la inventio crucis y el Edicto de Milán.

De estos hitos biográficos son los dos primeros los que tiene elementos más trascendentes



Boecio y Teodorico

Boecio nació en el año 480 durante el reinado de Odoacro, caudillo germánico que había puesto definitivamente  fin al Imperio romano de occidente destronando a Rómulo Augústulo. 

Se formó intelectualmene en Atenas. De vuelta en Roma concibió un gran proyecto que sólo logró llevar a cabo en una mínima parte: traducir al latín todas las obras de Platón y Aristóteles, con la intención de demostrar la mera apariencia de las supuestas disparidades existentes entre sus respectivos sistemas filosóficos.

En la vida política, obtuvo en ella un éxito rápido: fue cuestor y después cónsul a los treinta años (510); y en 522 pudo ver a sus dos hijos elevados a este último cargo. 

Según él mismo confiesa, hasta este momento vivió plenamente feliz: muy bien considerado por Teodorico, rey ostrogodo que no tuvo problema para derrotar a las fuerzas hérulas de Odoacro,, sitiando en 492 la inexpugnable capital de Odoacro, Rávena. Acorralado, el caudillo hérulo llegó a un pacto con Teodorico en febrero de 493 para compartir el poder, pero el monarca ostrogodo no dudó en asesinarlo con sus propias manos diez días después de alcanzado el acuerdo, convirtiéndose de ese modo en rey de Italia. 

Boecio fue apreciado y amado por los hombres más ilustres de la época, poseedor del afecto de una familia ideal y envidiado por su cultura y su poder, parecía ver colmados todos sus deseos.

Resultado de imagen de boecio teodoricoNo obstante, en breve espacio de tiempo su fortuna cambió por completo y lo llevó a conocer una caída más rápida aún que el ascenso. 

Tras haber defendido en Verona, y ante el mismo Teodorico, al senador Albino, quien había sido acusado de traición en favor del emperador de Bizancio, Justino I, el propio Boecio se vio envuelto en la acusación, y fue encarcelado en Pavía, condenado a muerte y  ajusticiado en el año 524
.



La cadena de oro se rompe



Damascio, que nació en el año 460 d. C., representa el ultimo eslabón de una «Cadena de oro» que vincula a los últimos neoplatonicos con el propio Platón. No geográfica ni institucionalmente, sino como herederos espirituales de una tradición que preserva una verdad supuestamente revelada por los dioses.

El  tramo final de esa cadena tiene como eslabón grueso a  Plotino. 

La corriente neoplatonica que parte de las ensefianzas de Plotino no logra instalarse completamente en Atenas hasta Plutarco,  que introduce el neoplatonismo en la ciudad a finales del s. IV y comienzos del s. V. Antes de llegar hasta allí, recorre Roma, Siria y Asia Menor. 

Con la llegada a Atenas, los filósofos neoplatónicos de fines de Ia Antigüedad pretenden regresar al sentido autentico del platonismo, instalándose en su Iugar de origen. La escuela neoplatónica no está ni el mismo edificio, ni es institucionalmente la academia antigua de Platón, pero se siente heredera de ella.

Pero en realidad, es demasiado tarde para eso. La cadena de oro se rompe cuando Justiniano decreta que los paganos no pueden ejercer la enseñanza (en el año 529).  A partir de ese momento ya no puede de hablarse de una cadena sino de delgados hilos por los que discurre un caudal pequeño de saberes antiguos



Juan Filópono y la supervivencia de la Escuela de Alejandría  después del decreto de Justiniano


En el tiempo del decreto de Justiniano, la cara más visisble de la escuela es Juan el Gramático, para los siriacos,  o Juan Filópono, como le conocen los cristianos a partir de finales del siglo VII.

El sobrenombre es importante. Los filóponos eran cristianos laicos que frecuentaban la iglesia, guardaban castidad, eran humildes en su vida, tenían amor a sus semejantes y se compadecían de los pobres. Pero se dedicaban igualmente a actividades menos caritativas, como servir de fuerza de choque en tumultos contra los paganos. Zacarías da a entender que durante el reinado de Zenón los filóponos de Alejandría habían participado
 activamente en la destrucción de un templo de Isis, en Menuthis, a catorce millas de Alejandría.


Que Juan perteneciera realmente a ese colectivo no está claro, pero que se le identifique con ellos si que es indicativo de su posicionamiento en el momento crítico del edicto de Justiniano.

Precisamente en el año 529, Juan escribe De aeternitate mundi contra Proclum, un texto en el que ataca la tesis de la eternidad del mundo, tan característica de los paganos, y tan sensible para los cristianos.  La obra representa sin duda la voluntad de demostrar la ortodoxia de la enseñanza superior impartida en Alejandría, con objeto  de garantizar su continuidad. 

Lo cierto es que Alejandría se caracterizaba por la afición de sus habitantes a los motines y sediciones, sin importar. En palabras de Evagrio Escolástico, los alejandrinos en sus motines se dejan arrastrar por el último que llega, sin reparar en el pretexto.

Seguramente esa forma de actuar les protegía de injerencias externas que pretendiera no sobrepasar ciertos límites. El caso es que Justiniano tiene en cuenta la fama de los alejandrinos y no se atreve a cerrar la escuela. Le preocupa especialmente que la llegada de trigo desde Alejandría a Constantinopla se vea perjudicada por sediciones, precisamente en un año en que es muy necesario el trigo de este lado del imperio por estar en guerra con Persia.





Alcuino de York en la corte de Carlo Magno



En junio del año 799, Alcuino de York le  escribe  a Carlomagno una carta en la que le dice:

 “Tres personajes han estado hasta hoy en la cúspide de la jerarquía del mundo. El representante de la sublimidad apostólica, vicario del bienaventurado Pedro, príncipe de los apóstoles, de quien ocupa la sede.

Lo que le ha ocurrido al actual ocupante de la sede, vuestra bondad se ha encargado de hacérmelo saber.

Viene, a continuación, el titular de la dignidad imperial que ejerce el poder secular en la segunda Roma: la noticia es muy conocida, de cómo y de qué impía manera ha sido depuesto el titular de este Imperio, no por extranjeros sino por los suyos y por sus conciudadanos.

Viene en tercer lugar la dignidad real que nuestro Señor Jesucristo os ha reservado para que gobernéis al pueblo cristiano: prevalece sobre las otras dos dignidades, las eclipsa en sabiduría y las sobrepasa.


Ahora, sólo en ti se apoyan las Iglesias de Cristo, sólo de ti esperan salvación, de ti vengador de crímenes, guía de los que vagan, consolador de los afligidos, soporte de los buenos...".


El vacío filosófico del siglo X y las invasiones normandas

A finales del siglo VIII, Carlomagno protagoniza un esfuerzo por recuperar los saberes perdidos, un esfuerzo en el que él actúa como promotor de la idea y Alcuino de York es el experto al que se llama para ponerlo en marcha. 

El resultado de esta operación fue la Escuela Palatina dirigida por Alcuino.

Escoto Eriúgena

la Escuela tuvo un punto alto en el siglo IX, La figura intelectual que se levanta como una meseta en medio de un páramo intelectual, según expresión de  Copleston, es Juan Escoto Eriugena (810-877) , que dirige la escuela palatina en tiempos de Carlos el Calvo.

Aunque la huella de Eriugena queda en la Escuela de Auxerre a finales del IX, en el siglo X realmente se produce un vacío filosófico, único en la historia de la filosofía. El trabajo de las escuelas iniciado durante el renacimiento carolingio, se ve interrumpido.


La causa principal de esta interrupción, externa al propio desarrollo intelectual de las escuelas, son las invasiones normandas.



Abelardo y el problema de los universales

Sócrates es un individuo. Hombre es el nombre común, el universal,  de una especie

¿Qué clase de ser es un individuo y qué clase de ser es una especie?  


Esa es una cuestión que preocupó mucho durante varios siglos en la Edad Media, ¿por qué?

Una parte de la respuesta está en la relación problemática que siempre hubo entre platonismo y aristotelismo, incluso ya en vida de Platón, pero hay también otras facetas del asunto que tienen interés.



la historia de pensamiento durante la Edad Media suele verse como teniendo dos periodos claramente diferenciados por su filiación, platónica en la alta Edad Media, y aristotélica a partir del siglo XIII; sin embargo, siempre se mantuvo una tensión entre las filosofías de estos dos grandes, y en muchos filósofos se ve el intento de conciliarlos, o al menos de recoger algo de uno en el otro.

Pero más importante que eso son las impliciaciones del tipo de realidad que se asigna a los universales. Indirectamente tiene que ver con la posibilidad de argumentar sobre la base de que lo general (el genero y las especies) es más real que lo particular. Así lo hace hace San Anselmo en su famoso argumento sobre la existencia de Dios. Más importante aun es el estatuto que se le da al hombre individual o al hombre como especie: ¿qué valor tiene un individuo?, ¿es la especie, la humanidad toda, lo importante?

Y un tercer asunto, ¿existen temas que pueden tratarse con cierta independencia de las verdades reveladas? ¿ Puede hacerse su espacio la razón al lado de la fe?


Bernardo de Claraval. Palabra, arquitectura y espada



Bernardo de Claraval es uno de los personajes más interesantes del siglo XII en Europa. Fue un monje cisterciense con una gran capacidad de influencia, incluso en el arbitraje sobre quién había de ser el papa; y más aun, fue una especie de papa en la sombra en durante el papado de Eugenio III,discípulo suyo.

Pero eso no es lo más importante, visto en retrospectiva. Sin duda, la capacidad dialéctica de Bernardo era muy grande.Basta, para hacerse una idea de ello, el ejemplo de su debate con Abelardo, en el que a pesar de la gran destreza argumentativa de éste, que le había servido para derrotar a Guillermo de  Champeaux en su disputa sobre el problema de los universales, Bernardo consigue vencerle.


El poder de la palabra 


Con todo. la capacidad persuasiva más impactante de Bernardo es la que despliega con las gentes del pueblo, mediante una predicación itinerante.   

Benardo se desplazaba habitualmente a pie, acompañado de un monje, que hacía de secretario y escribía a su dictado durante los desplazamiento. Así recorrió el sur de Francia, la Renania y otras regiones del sur de Europa. No acudía sin más, sino que su presencia era reclamada por los clérigos locales. Todos le esperaban con expectación. 


El núcleo primero de su discurso fueron las excelencias espirituales de la vida monástica. Tal era su fuerza comunicativa que convenció a muchos para que ingresasen en la orden cisterciense. Se le conocía como Doctor melifluo (boca de miel), por su suavidad y dulzura.



El nuevo discurso político de Marsilio de Padua



Luis de Baviera reabre contra el papa Juan XXII las luchas de Felipe el hermoso contra Bonifacio VIII. El papa  acababa de denunciarle como protector de herejes y de excomulgarle ordenándole que deje dentro tres meses de administrar los asuntos del imperio.

El “Defensor pacis”, es el discurso que compone Marsilio como respuesta a la  petición de consejo y ayuda por parte del emperador  , El texto se presenta al emperador en 1326.


Marsilio defiende que la iglesia no tiene cabeza visible y que san Pedro no recibió más poder o autoridad que los otros Apóstoles, y es dudoso que llegara a ir a Roma. El papa tiene solamente el poder de convocar un concilio ecuménico que es superior a él. Sus decretos no son obligatorios y solo puede imponer al pueblo aquello que el concilio general ha decidido e interpretado. La comunidad elige a los párrocos y supervisores y controla al clero en el cumplimiento de sus deberes.; en pocas palabras, la comunidad o es Estado lo son todo, y la Iglesia juega un papel subsidiario. No puede legislar, adjudicar, poseer vienes, vender o comprar sin autorización; el un menor perpetuo.

Este es el nivel práctico del discurso que  le interesa al emperador, pero el discurso de Marsilio tiene un nivel más profundo pensado para hacer frente a las controversias que pudieran surgir, especialmente entre sus colegas de París.

Marsilio trata de cambiar la relación entre fe y razón, que santo Tomás había dejado en la posición de que la filosofía sirve a  la teología, para dar el predominio  a la razón, y con ello a lo laicos frente a los clérigos. 

Para ello cuenta con algo que no tenía disponible Abelardo en sus disputas con Bernado de Claraval. cuenta con la lógica y con la metafísica de Aristóteles, ya plenamente disponibles; y cuenta con la forma de interpretar a Aristóteles que procede en última instancia de Averroes. Esto es, que las conclusiones obtenidas racionalmente no tienen por qué se coincidentes con las verdades reveladas,y cuando no lo son, hay que atender a la razón. porque la razón cuenta con el instrumento de la lógica.



Respuesta mística a la tensión entre razón y fe en el siglo XIV. Eckhart. 


Heterodoxos en el siglo XIV


Marsilio de Padua, laico averroista, tuvo problemas con Juan XXII.  Guillermo de Ockam. franciscano, tuvo problemas con Juan XXII. El Maestro Eckart, dominico, tuvo problemas con Juan XXII.


Eso no significa que estuvieran de acuerdo entre ellos.De hecho, averroistas, franciscanos y dominicos pertenecían a grupos distintos dentro de la comunidad académica de la universidad de París.

Tampoco el grado de conflicto es el mismo. Los críticas de Marsilio y Ockam tienen que ver en última instancia con la lucha entre el papa y el emperador. En el caso de Eckhart, sin embargo el papa actúa como arbitro entre franciscanos y dominicos  en su lucha por tener la llave de la ortodoxia.


Dice Ockam sobre Eckhart::



[...] en tiempos de Juan XXII, un maestro de teología alemán, de nombre Eckhart, sostuvo públicamente y predicó que el mundo es eterno, que cada hombre justo se transforma en la esencia divina, precisamente como en el sacramento del altar el pan se convierte en el Cuerpo de Cristo, y que un tal hombre creó las estrellas, y que Dios sin él no sabría qué hacer, y que en la realidad divina no hay ninguna distinción, ni en la esencia ni en las Personas, y que todas las criaturas son una pura nada, y muchas otras cosas fantasiosas, no tanto heréticas cuanto dementes, de ninguna manera sostenibles, ni siquiera queriendo; pero este tal tenía muchos seguidores en Alemania.

En lo que coinciden es en proponer una relación distinta entre fe y razón de la que había habido hasta el siglo XIII. Razón y fe empiezan a separar sus ámbitos para empezar a formar parte de esferas distintas. 


Si Ockam construye un discurso racionalista liberado de cargas dogmáticas que proceden de la revelación, lo que hace Eckhart es prescindir del apoyo de la razón para encontrar un camino de acceso directo hacia lo sobrenatural.

Eckhart parte de que si  a la fe se le suprime el apoyo de la razón, y a ésta se le reconoce su capacidad de indagar el mundo natural, pero no la realidad sobrenatural y todo lo concerniente a Dios, se impone la absoluta necesidad de restablecer cierta relación directa entre el ser creado –el hombre– y el Creador, con el ánimo de justificar la fe. Y ésta es la finalidad que se impuso el misticismo especulativo alemán, sobre todo con el Maestro Eckhart. De modo que el problema de la fe domina enteramente la investigación especulativa de Eckhart.


Ockam contra el Papa


Ockam. franciscano, vinculado académicamente a Oxford, manifestó una peculiar personalidad que le atrajo pronto  intentos de condena por herejía impulsados por el canciller de la Universidad, J. Lutterrell, que acudió incluso a Aviñón, para mantener su acusación ante el papa Juan XXII. Es el año 1323.

Al año siguiente, es llamado Ockham a la corte pontificia y se nombra un tribunal que habría de juzgar la ortodoxia o heterodoxia de su pensamiento. Después de tres años de deliberaciones, la sentencia del Papa es tan benévola que no satisface a Lutterrell, que insiste de nuevo con mayor dureza.

Pero en esas fechas, surge un nuevo problema que hace pasar a segundo plano el caso concreto de las doctrinas de Ockham. Se trata en principio de un problema interno de la Orden franciscana. Dentro de ella había surgido una corriente renovadora, llamada «espiritual», partidaria de la no posesión de bienes materiales tanto en privado como en comunidad. El movimiento estaba encabezado por el mismo General de la Orden, Miguel de Cesena, al que se adhirieron otros dos franciscanos: Bonagracia y el propio Ockham.

Desde el exterior, el emperador Luis IV de Baviera les defiende, frente al papa Juan XXII. Todo ello hace que en 1326 huyan de Aviñón, Cesena (llevándose el sello de la Orden), Bonagracia y Ockham, más otro franciscano que se les une a última hora, poniéndose al amparo de Luis de Baviera.

La reacción de Juan XXII no se hizo esperar: excomulgó a los cuatro «espirituales» y destituyó de su cargo de General a Cesena, el cual, no obstante, siguió con el sello de la Orden franciscana en su poder

Estos hechos concretos se producen en un contexto marcado por el final del ideal teocrático que viene a coincidir  con la muerte de Bonifacio VIII (1303), el drama del cautiverio de Aviñón (1309-1377), el derrumbamiento del ideal imperial con la muerte de Enrique VII (1313) y el comienzo de la Guerra de los Cien Años (1337-1453).

Pero lo importante no es si Ockam elige bien el bando, ni si quiera la cuesión de la pobreza evangélica. Según algunas fuentes, Ockham habría dicho a Luis de Baviera: «O imperator, defende me gladio, et ego defendam te verbo» ("Oh emperador, defiéndeme con la espada, y yo te defenderé con la palabra"). Aunque Ockam no hubiera dicho esta frase realmente, si que refleja su dedicación a construir un discurso argumentativo, un argumentario, para defender la causa del emperador contra el papado.


Plethon, Savonarola y los Medici


En 1438 se celebró en Florencia un concilio que tenía por objetivo impulsar el acercamiento entre las iglesias cristianas de Bizancio y Roma.  Por algún motivo que no deja de resultar extraño, el emperador bizantino, que encabezaba la delegación griega, se hizo acompañar de  Georgios Gemistosque se hacía llamar Plethon, un nombre que sonaba no por casualidad muy parecido a Platón. 

Plethon que no intervino exhaustivamente en el concilio se quedó sin embargo una larga temporada en Florencia. Era un platónico convencido que veía en el aristotelismo introducido en la escolástica especialmente por santo Tomás en el siglo XIII, un desviación del verdadero cristianismo interpretado de un modo  próximo a Platón, que había estado presente en Occidente desde san Agustín.   

Plethon logró transmitir su entusiamo por el platonismo a no poca gente en Florencia y sobre todo consiguió contagiar su entusiasmo a Cosme de Medici, el personaje más influyente de Florencia en ese momento. Tan es así que Medici encargó a Marsilio Ficino la traducción de los diálogos platónicos, para que pudieran ser estudiados y divulgados con mayor facilidad, y promovió la fundación de la Academia Platónica de Florencia



Erasmo, Cisneros y el Nuevo Testamento 


Aprender un idioma no es una elección indiferente. No lo fue desde luego en el caso de Erasmo. Su interés por el griego le vino pronto, pero fue en su estancia en Italia cuando pudo perfeccionar su conocimiento, en un ambiente intelectual en el que el saber griego y hebreo se consideraba una puerta de acceso a los conocimiento más antiguos y genuinos. En el caso de Erasmo su intención era investigar sobre las Escrituras a partir de sus fuentes originales. Estaba convencido de que el texto latino vigente tenía muchas deficiencias que debían ser corregidas.

El muevo instrumento

Realmente, el interés por una edición políglota del Nuevo Testamento, no estaba sólo en el norte de Europa. El Cardenal Cisneros promovió una edición de este tipo en Alcalá de Henares que no tendría la repercusión que tuvo la de Erasmo, salvo acelerar el trabajo de éste.



En 1516 se publicó el Nuevo Testamento traducido por Erasmo, después de que éste trabajara a marchas forzadas espoleado por su editor. Para empezar, llevaba un cambio importante en el título, ya no se llamaba Nuevo Testamento, sino Nuevo Instrumento. El nuevo texto se presentó como una nueva edición revisada y corregida de la anterior.



Galileo y Bruno contra la escolástica


Resultado de imagen de galileo y giordano brunoEn los años sesenta y setenta el relato del enfrentamiento de Galileo con la Iglesia fue un tema recurrente. El texto de Bertolt Brecht fue muy leído, e incluso los profesores de los institutos de enseñanza media de entonces llevaban a sus alumnos a representaciones de la obra como una actividad cultural que habría de servir para que los futuros ciudadanos fueran cogiendo el hilo de la tolerancia y los hábitos democráticos.

Menos conocido era el personaje de Bruno, aunque sin duda, el final de éste era mucho más trágico. Algunos intelectuales como Manuel Sacristán unían ya por aquellos años las dos biografías como formando parte de un mismo relato en el que el denominador común era la tragedia de los derrotados.

Una conferencia de Sacristán de 1967, rescatada en 2007, se refería a Galileo y Bruno en estos términos.

En  aquella conferencia Sacristán destacaba los esencial de las diferencias que enfrentaban a Galileo con la escolática y con Aristóteles.

"El método de Galileo está basado en una inducción matemática. La inducción galileana puede prescindir de conceptos esenciales, y hasta usar conceptos fantásticos, sin que eso inutilice su resultado, que es matemático, relacional y no conceptual. Esa es la auténtica y transcendental diferencia entre la inducción galileana y la aristotélica, y no la presunta inepcia que se atribuye al gran clásico griego cuando se le hace padre de un imposible método inductivo que exigiría enumerar todos los casos particulares de una predicación antes de hacer la predicación universal. Las obras de Aristóteles abundan en inducciones incompletas, pero no basta con que una inducción sea incompleta para que sea galileana: para ser galileana tiene que ser, además de incompleta, matemática, y debe venir apoyada en una metodología experimental auxiliar. Aristóteles también buscaba, como Galileo, lo universal por inducción incompleta. Pero para Aristóteles lo universal era cualitativo, conceptual: los universales eran esencias. Así lo había aprendido Aristóteles de la tradición socrática. En cambio, lo que la inducción galileana descubre, el "universal" de Galileo, no es esencia, sino ley, relación."

Esa convicción de haber encontrada las leyes de la naturaleza es la que le da la convicción para enfrentarse, a veces de un modo impertinente,  a la autoridad de Aristóteles, y con  ello. a la autoridad de la Iglesia. 

De todos modos su convicción no le impide retractarse, algo que no hace Bruno ¿Qué lleva a esta diferente actitud? ¿ Qué diferentes modos tienen de enfrentarse al pensamiento dominante?




El éxito de la Revolución Industrial y los cuáqueros


Para el desarrollo tecnológico, tal como ese se produjo, fueron claves algunos personajes, que somos capaces de identificar por sus nombres. La pregunta es si éstos son personajes aislados o pertenecen más bien a una clase identificable de individuos, y si es así, cuál es su ubicación en la sociedad a la que pertenecen. 

En Inglaterra, las diversas sectas protestantes se habían formado a partir del ala radical del primitivo movimiento puritano. A finales del XVII y comienzos del XVIII, las sectas inconformistas, especialmente los cuáqueros adoptan una composición más acusadamente de clase media baja, reorientando sus actividades seculares hacia el desarrollo de las artes y desempeñando un papel de vanguardia en la revolución industrial. Dado que las universidades les cerraban las puertas, fundaron sus propios establecimientos educativos y en ellos se da más peso que en el resto a las disciplinas científicas. 



La fase avanzada de la Revolución Industrial


Con el cambio del siglo XVIII al XIX, la ciencia británica se volverá más teórica.

Thomas young, por ejemplo resucita la teoria ondulatoria de la luz, mientras que Dalton introduce la teoría atómica en química.

Ambos provenian de familias cuáqueras.

No cabe duda de que la relación entre algunas sectas protestantes de Inglaterra y el avance de la tecnología y de la ciencia, no puede ser una casualidad. La pregunta obligada es la que se plantea la relación entre la visión del mundo de estas y la actitud ante los problemas científicos, y más en concreto la disposición hacia la aplicación práctica de la ciencia para resolver problemas técnicos. 

Una prueba de que las etiquetas no son sencillas, es que la actitud abierta a las novedades en el orden práctico y en la visión política del mundo va a veces acompañada de cierto conservadurismo teórico como lo demuestra  la biografía de Priestley. 

El hecho históricamente contrastable es que las sociedades tienen en Inglaterra un gran desarrollo durante el siglo XIX. El número de miembros de las sociedades provinciales oscilaba entre el centenar y las quinientas personas. Se pude decir que el número de ingleses activamente interesados en la ciencia se multiplicó por cien en este siglo. Ahora bien, tampoco aquí suceden las cosas de forma lineal. Las sociedades provinciales tienden a tornarse más interesadas en temas teológicos.




La ciencia y la tecnología después de la Segunda Guerra Mundial


La Primera Guerra Mundial fue un conflicto en el que la aplicación de la ciencia había ocupado ya un lugar destacado.

No obstante, es durante la Segunda Guerra Mundial cuando el papel de los científicos, especialmente de los físicos, es absolutamente relevante.

Los científicos intervienen en el desarrollo de nuevos tipos de armamento. El Proyecto Manhatan es la muestra más visible de la importancia de la investigación científica aplicada a la guerra.

La fabricación de la bomba atómicam y también del radar, son muestras de un nuevo modo de investigación: el laboratorio promovido por la administración pública.

En el Proyecto Manhatan se emplean miles de científicos y técnicos extraídos de la Universidad de California y del Massachussets Institute of Technology. 

Terminada la guerra, en los años inmediatamente siguientes al empleo de la bomba, la necesidad de un contingente de científicos capaces de llevar a cabo investigación al nivel más alto posible se hizo patente para cualquier país que quisiera tener algún protagonismo en la escena internacional.

Después del éxito del Proyecto Manhattan, que había sido un esfuerzo tecnológico sin precedentes, los gobiernos pasan a ser el principal promotor de la ciencia, y la comunidad científica sufre cambios clave que son perceptibles, especialmente en los Estados Unidos y en la Unión Soviética, como cabezas visibles de los bloques enfrentados en la Guerra Fría. 

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El valor del saber secreto


La ciencia moderna ha dejado de tener vocación hermética y la divulgación científica es para nosotros un hecho natural.

Pero esto no siempre fue así. La tesis de un saber secreto de las cosas esenciales cuya divulgación tendría consecuencias nefastas, se configuró durante muchos siglos en la cultura europea como paradigma dominante.

Este secretismo se basaba, en afirmación de Paolo Rossi , en una clara distinción entre la nómina de hombres sabios y la masa de incultos. 

En apoyo de esta tesis se aducía el conocido pasaje del evangelio de san Mateo (7,6) en el que se atribuye a Jesús la afirmación de no arrojar perlas ante los puercos. Eso se interpretaba como que lo que es precioso no es para todos, la verdad debe ser mantenida en secreto y su difusión es peligrosa.

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